Robeco, The Investments Engineers
blue circle

23-02-2023 · SI Dilemmas

Los dilemas de la inversión sostenible: ¿optimista, pesimista o realista sobre el desarrollo sostenible?

Wiston Churchill dijo: “Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”. Yo antes era un optimista convencido. ¿Algún problema? ¡Encáralo de frente! ¿Algo estaba mal en el sistema? ¡Cámbialo desde dentro! Pero, ¿qué hemos logrado hasta ahora si hablamos de desarrollo sostenible? Poco a poco me estoy volviendo más pesimista. Echemos un vistazo a algunas cifras.

    Autores/Autoras

  • Masja Zandbergen-Albers - Head of Sustainability Integration

    Masja Zandbergen-Albers

    Head of Sustainability Integration

En esta columna de “SI Dilemma” citaré a algunos de los especialistas del Centro de Competencia de inversión sostenible de Robeco que han escrito sobre los avances cosechados en sus respectivos campos: el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Las emisiones de carbono siguen aumentando

A pesar de las iniciativas para adoptar tecnologías de producción de energía más limpias y de las consecuencias de una pandemia global, la cual provocó que las emisiones a nivel mundial se redujeran durante un año, las emisiones de CO2 han recuperado los niveles previos al Covid. La intensidad de carbono de nuestras economías se ha reducido, pero las emisiones siguen al alza debido al crecimiento económico, como muestra el gráfico siguiente. Y este gráfico excluye los cambios en la utilización del suelo, que también es una causa importante del cambio climático.

si-dilemma-optimist-pessimist-or-realist-for-sustainable-development-fig1.jpg

Como nuestro estratega en clima, Lucian Peppelenbos, escribió en su columna del informe del Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado el año pasado: “No hacemos lo necesario para atajar el calentamiento global, pero sí tenemos la solución.” Con el liderazgo adecuado, el mundo puede evitar un cambio climático peligroso. Este sigue siendo el mensaje clave del informe del IPCC (el grupo de expertos sobre el cambio climático de la ONU).

Para los inversores, el tiempo apremia. Deben actuar urgentemente para contrarrestar la conclusión del IPCC de que el sector financiero no tiene suficientemente en cuenta el riesgo climático. El IPCC concluye que en los próximos 5 a 10 años la inversión tiene que dar un salto de enormes proporciones hacia una energía, un transporte y una infraestructura urbana con bajas emisiones de carbono.

En otro artículo1 se indica que la cumbre del COP27 de finales de 2022 sí se tradujo en planes para crear un fondo con el fin de financiar la descarbonización de los países en desarrollo, pero sin grandes resultados en cuanto a soluciones concretas. De hecho, las políticas climáticas todavía son insuficientes. Aunque todos los planes de la cumbre se cumplan, seguimos abocados a un calentamiento global de 2,5 °C.

¿Qué puntuación de sostenibilidad tienen las empresas y los países?

Explore las contribuciones de las empresas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la clasificación de los países en función de criterios ASG.

Más información

Disparidad en cuanto a los ODS

Si miramos más allá del cambio climático y nos fijamos en un conjunto más amplio de los objetivos de sostenibilidad, como los ODS de la ONU, el panorama es dispar. Los objetivos se establecieron en 2015 y deberían alcanzarse en 2030. Transcurrida la mitad de ese plazo, nuestro estratega de ODS, Jan Anton van Zanten, ha hecho balance de lo conseguido.2

Como muestra el índice ODS, Zanten concluye que con el paso del tiempo se ha avanzado algo en la consecución de los objetivos, pero a un ritmo demasiado lento y que ahora incluso se reduce ligeramente. Ningún país va camino de alcanzarlos en 2030, algo que en parte se puede atribuir al Covid-19.

Más allá de la pandemia, lo que hoy en día resulta particularmente preocupante son las tendencias negativas que presentan los ODS centrados en el medio ambiente. Si no abordamos el cambio climático y detenemos la pérdida de biodiversidad que se consagran en tres de los objetivos, es poco probable que alcancemos ningún otro ODS, dado que todos los sistemas sociales dependen del medio natural.

¿Optimista, pesimista o realista?

“Siempre prefiero mirar el lado bueno de la vida, pero soy suficientemente realista para saber que la vida es un asunto complejo” – Walt Disney

Como ya hemos indicado antes, estas cuestiones efectivamente son complejas y están interconectadas. Por ejemplo, lograr el ODS 2.1 de acabar con el hambre y asegurar que todas las personas tengan acceso a alimentos seguros y nutritivos durante todo el año, sobre todo para las personas que se encuentran en el umbral de la pobreza o en situaciones de vulnerabilidad, será difícil si al mismo tiempo tratamos de conseguir el ODS 15.1.

Este objetivo trata de asegurar la conservación, la restauración y el uso sostenible de los ecosistemas fluviales terrestres y de zonas interiores, así como sus servicios, en concreto de bosques, humedales, montañas y zonas áridas, en línea con las obligaciones contempladas en tratados internacionales o en muchos otros objetivos climáticos y de biodiversidad. La probabilidad de que se consiga será mucho menor si se producen más alimentos para lograr el ODS 2.1.

Una normativa mejor a nivel mundial

En los último años, el sector financiero ha despertado y ha hecho suyo el tema de la ‘sostenibilidad’. De hecho, se ha centrado en integrar en las carteras factores ASG financieramente relevantes, con vistas a tomar decisiones de inversión mejor fundamentadas. Sin embargo, existen dos problemas al respecto. Lo que el IPCC dice en su informe sobre la infravaloración del riesgo climático, también vale para otras externalidades, como la pérdida de la biodiversidad, las condiciones laborales deficientes, el mal gobierno corporativo y el deterioro de las relaciones sociales.

Todo ello debería abordarse con una mejor regulación a nivel mundial, que ponga precio a estas cuestiones y asegure que los inversores y las empresas internalicen estos costes externos. En caso contrario, la integración ASG (siempre que todo el mundo la ejecute del mismo modo o utilice la misma información) podría servir para tomar mejores decisiones de inversión, pero no beneficiaría directamente al desarrollo sostenible.

Adoptar la inversión de impacto

También tenemos que encontrar la manera de no limitarnos a la integración ASG y adoptar la inversión de impacto, creando estructuras para financiar los billones de dólares de inversiones necesarios (en mercados emergentes) y generar un desarrollo sostenible. En la COP27 se dio un primer paso, con la creación de un fondo de indemnización por los países más ricos. Pero está pendiente su puesta en marcha.

Los bonos verdes, sociales y sostenibles también son instrumentos válidos para que los grandes inversores tengan impacto sobre el terreno. El inversor final tiene que dejar claro que no solo le interesa optimizar su riqueza, sino también su bienestar, y todavía no hemos llegado a ese punto. Solo una pequeña parte de los activos bajo gestión se destina directamente a financiar proyectos empresariales que promueven el desarrollo sostenible.

No hay alternativa

Aflorar mi pesimismo en esta columna me ha hecho sentirme mejor. De vez en cuando es bueno hacer balance de lo que está sucediendo en el mundo real. Y no hay muchas razones para ser optimistas.

En Robeco contamos con un Centro de Competencia de inversión sostenible formado por 50 profesionales, que proporciona información ASG con relevancia financiera a todos nuestros equipos de inversión para que lo integren en su proceso de inversión. Dedicamos mucho tiempo y trabajo en la investigación e integración de cuestiones de sostenibilidad, así como en el diálogo y en el apoyo a nuestros clientes. Y solo hay pocos gestores de cartera y propietarios de activos que puedan decir que llevan tantos años haciendo lo mismo que nosotros.

Nunca sabremos qué habría pasado si no lo hubiéramos hecho así. Sabemos que hemos cosechado algunos éxitos con el diálogo activo, sobre todo con la elección de miembros de consejos que poseen los conocimientos adecuados. Además, en algunas empresas en las que invertimos incluso conseguimos iniciar el proceso de transición. Asimismo, si tras la COP27 vamos camino de un calentamiento global de 2,5 °C, hace cinco años estábamos abocados a los 4 °C.

Para acabar, concluiré con otra cita de Churchill que también suscribo: “Por lo que a mí respecta, soy un optimista, no me parece muy útil ser otra cosa”.