

Debate de IS: Por qué ir a contracorriente puede ser la mejor estrategia climática
El pensamiento contrarian está profundamente presente en el ámbito de las inversiones. Consideramos que este enfoque también ofrece beneficios para la inversión sostenible. Ante el importante retroceso en la acción climática dentro del sector, nuestra respuesta no es retroceder, sino hacer que nuestro método sea más inteligente y eficaz.
Resumen
- La nueva realidad exige que reequilibremos e innovemos nuestro planteamiento
- Los análisis climáticos más prospectivos son fundamentales para los esfuerzos en materia de reducción de las emisiones de carbono
- Se trata de una inversión inteligente, ya que los líderes en transición climática superan a los rezagados
A principios de esta semana, Robeco lanzó su versión actualizada de Climate and Nature Transition Plan 2025-2030. Al presentar nuestros nuevos objetivos y medidas clave, nos damos cuenta de que el mundo se encuentra ahora en una situación muy diferente a la que existía cuando publicamos por primera vez nuestra hoja de ruta climática en 2021.
Por aquel entonces, se produjo una oleada de compromisos de cero emisiones netas por parte de gobiernos, industria e inversores, que superó con creces el 80% de las emisiones y el PIB mundiales. Ahora bien, las diferencias regionales son cada vez mayores, pues el mundo está marcado por los conflictos geopolíticos, la desglobalización y la pérdida de confianza en la cooperación multilateral.
La nueva realidad geopolítica y económica exige que reequilibremos, innovemos y segmentemos nuestro planteamiento. Al mismo tiempo, como ingenieros de inversión, miramos más allá de la realidad actual y nos fijamos en datos científicos. Mantenemos una perspectiva a largo plazo y siempre hemos contemplado la inversión sostenible como una cuestión de sentido común. El riesgo climático es real; los fenómenos meteorológicos extremos van en aumento. La ciencia no ha cambiado, y por ello mantenemos nuestra firme convicción sobre la dirección a seguir.
Nuestro planteamiento sigue siendo que la protección de los activos económicos, medioambientales y sociales es un requisito previo para una economía sana y para la creación de valor a largo plazo. Por lo tanto, mantenemos el rumbo en interés de nuestros clientes.
Entonces, ¿qué es lo más inteligente y qué hemos implementado en nuestra hoja de ruta actualizada? Nos gustaría destacar tres medidas.
En primer lugar, nos comprometemos a mejorar la calidad de nuestras iniciativas en materia de reducción de las emisiones de carbono. Queremos financiar reducciones de emisiones en el mundo real, y no limitarnos a reducir nuestras emisiones financiadas. La reducción de nuestra huella de carbono en los últimos años se basó principalmente en transacciones de cartera que empleaban datos sobre emisiones de carbono como métrica principal.
En los próximos años nos basaremos más en análisis climáticos prospectivos, incluido nuestro semáforo climático interno, para evaluar si las compañías cuentan con estrategias creíbles y están realmente preparadas para la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono. Esta información nos permite evaluar el grado de preparación para la transición e identificar de manera fiable a los líderes en materia de transición climática y a los proveedores de soluciones climáticas.
Queremos que una mayor parte de la descarbonización de nuestra cartera se base en la exposición a estas compañías, ya que están mejor posicionadas para gestionar los riesgos relacionados con el clima, aprovechar las oportunidades emergentes y generar valor a largo plazo en un mundo en proceso de descarbonización. Esto es invertir de forma inteligente: nuestros estudios sobre inversiones demuestran que las compañías líderes en materia climática están superando a las rezagadas de su sector.
Smart Energy D USD
- performance ytd (30-9)
- 29,57%
- Performance 3y (30-9)
- 18,79%
- morningstar (30-9)
- SFDR (30-9)
- Article 9
- Pago de dividendos (30-9)
- No
Incorporando la naturaleza
En segundo lugar, estamos integrando en nuestra gestión objetivos relacionados con la naturaleza. Esto se debe a que el cambio climático y la pérdida de naturaleza están estrechamente relacionados. Hemos identificado 274 compañías en nuestro universo de inversión con el mayor impacto en el consumo de agua, en los residuos peligrosos y en la deforestación. Juntas, contribuyen a alrededor del 38% de la huella de biodiversidad total de Robeco.
Gracias a nuestro semáforo de biodiversidad, hemos evaluado hasta ahora que más del 70% de estas compañías están rezagadas. Esta evaluación guiará la selección de compañías con las que trabajaremos y también influirá en nuestro planteamiento de votación. Al igual que con nuestra gestión climática, utilizamos el semáforo de biodiversidad para desarrollar una gestión integral de la naturaleza basada en datos, y estamos integrando ambas cuestiones a medida que ejecutamos el programa.
En tercer lugar, estamos aumentando significativamente el alcance de nuestros objetivos, pasando de aproximadamente un 40% al 60% de los activos bajo gestión. Nuestra hoja de ruta se basa en nuestro trabajo con los clientes en sus objetivos climáticos y medioambientales. Trabajando con los clientes ampliamos nuestra contribución.
Para que esto sea más visible, los mandatos de los clientes y los índices con objetivos climáticos relevantes se incluirán en el alcance de nuestra hoja de ruta. En los próximos años, continuaremos innovando en investigación, análisis, diseño de estrategias y soluciones personalizadas para ayudar a nuestros clientes a navegar por un panorama climático en constante transformación.
Los riesgos de no detectar las oportunidades
Somos conscientes de que nuestros pasos van a contracorriente. Pero no somos ingenuos. Somos muy conscientes de los retos que plantean los mercados actuales, la elevada incertidumbre política y el aplazamiento de las medidas contra el cambio climático.
Por otro lado, también somos conscientes del riesgo de no detectar las oportunidades. Nuestro análisis de inversiones muestra que los líderes en transición climática obtienen una mejor rentabilidad que los rezagados en este ámbito en su sector entre 2015 y 2024, y de nuevo en lo que llevamos de 2025. Y aunque las emisiones globales han seguido aumentando en los últimos cinco años, un número cada vez mayor de países ha logrado desvincular el crecimiento económico de las emisiones en términos relativos o absolutos.
Quizás la mayor lección de los últimos años sea la confirmación de que no podemos progresar de manera aislada. Nuestra capacidad como inversores para alcanzar nuestros objetivos y ambiciones depende del progreso general de la sociedad. Por eso hemos reajustado nuestro planteamiento y lo hemos adaptado a las realidades regionales. Sin embargo, seguimos adelante, trabajando en colaboración con nuestros clientes.
Seguimos convencidos de que abordar los riesgos y oportunidades derivados del cambio climático y la pérdida de naturaleza redunda en beneficio a largo plazo de nuestros clientes y de la rentabilidad de nuestras inversiones. Estamos convencidos de que este planteamiento basado en datos científicos es más inteligente y eficaz, y que volverá a ganar terreno en nuestro sector y en la economía en general.
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