La inversión en deuda privada del sector financiero resulta actualmente muy atractiva, gracias a la introducción de las normativas sobre adecuación de capital de Basilea III para los bancos y Solvencia II para las aseguradoras. Los bonos subordinados tradicionales y las nuevas categorías de capital —sobre todo los instrumentos híbridos— ofrecen oportunidades de inversión atractivas, ya que estos instrumentos suelen presentar diferenciales significativamente mayores que los de la deuda sénior.
Nuestro proceso de análisis combina una perspectiva de mercado top-down destinada a evaluar el atractivo de los créditos y los factores que condicionan los mercados de deuda privada a corto plazo, junto con una cuidadosa selección de emisores, para crear una cartera diversificada. En este sentido, evitar a los perdedores es incluso más importante que identificar a los ganadores. El gestor tiene en cuenta activamente el riesgo país al decidir dónde invertir.
Los gestores toman las decisiones de inversión a partir de profundos análisis de emisores, realizados por un equipo experimentado de analistas profesionales especializados en deuda privada.
Póngase en contacto con nosotros si quiere saber más sobre esta estrategia.