La biodiversidad (o «diversidad biológica») representa la vida en la Tierra en todas sus formas, desde estructuras genéticas simples, plantas y árboles, hasta animales, criaturas marinas, bacterias y seres humanos. El Convenio sobre la Diversidad Biológica la define como «la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos, y otros ecosistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas».

Los ecosistemas son unidades funcionales de seres vivos (plantas, animales, microorganismos) e inertes (aire, minerales, agua) que interactúan formando bosques, humedales, praderas, arrecifes de coral u otras masas naturales. La «naturaleza» incluye tanto los seres vivos como los inertes, aunque, en la práctica, los términos «naturaleza» y «biodiversidad» tienden a utilizarse indistintamente.

Los servicios ecosistémicos son los bienes y servicios que cosechamos y extraemos de la naturaleza (como alimentos, agua, fibras, madera y medicinas), así como los servicios culturales (como jardines, parques y costas). Los procesos de la naturaleza también preservan y regeneran el suelo, controlan las inundaciones, filtran las sustancias contaminantes, asimilan los residuos, polinizan los cultivos, mantienen el ciclo hidrológico, regulan el clima y cumplen muchas otras funciones.

En definitiva, la biodiversidad es esencial para la salud de los ecosistemas, mientras que la pérdida de biodiversidad erosiona sus cimientos. Sin ellos, nuestra economía y nuestra sociedad tal como las conocemos no serían posibles. Las interacciones entre los elementos biológicos que crean nuestras cadenas alimentarias han garantizado que el planeta haya sido habitable para multitud de especies terrestres y marinas durante millones de años. No obstante, ahora se ve amenazado.

Los estudios revelan que la biodiversidad está disminuyendo más rápido que en cualquier otro periodo de la historia humana: hoy en día, la tasa de extinción es de entre decenas y cientos de veces superior a la media de los últimos 10 millones de años. Por esta razón, los científicos advierten que nos encontramos sumidos en la «sexta extinción en masa», que seguiría a la quinta, en la que se produjo la desaparición de los dinosaurios, hace 65 millones de años. ¹

El desarrollo humano insostenible es la causa de que hasta un millón de especies se encuentren en peligro de extinción. En muchos casos, esta podría producirse en cuestión de décadas según la Evaluación Mundial de 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Podemos verlo en el siguiente gráfico.
 
Gráfico 1: Especies en riesgo de extinción que figuran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

Fuente: IPBES

La abundancia media de especies nativas en el medio terrestre ha disminuido al menos un 20% desde el año 1900, cuando la aparición de los medios de transporte terrestre motorizados favoreció que los agentes del mundo desarrollado accedieran a una mayor superficie de la Tierra. En el caso de los ríos y los océanos, más del 40% de las especies de anfibios, casi el 33% de los arrecifes de coral y más de un tercio de todos los mamíferos marinos están amenazados por la actividad humana insostenible.

La IPBES identifica cinco principales impulsores de la pérdida de biodiversidad. Son los siguientes: ²

1. Uso de la tierra y del mar: se debe a la deforestación, la expansión agrícola sobre el terreno y la sobrepesca en el mar para satisfacer el aumento de la demanda de una población mundial que crece sin cesar. Desde 1990 se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque (una superficie equivalente a la mitad de EE.UU.) y el 86% de los humedales, mientras que el 23% de la tierra a nivel mundial se ha degradado. Alrededor del 30% de la población de peces está en peligro debido a la sobreexplotación.
   
   

2. Cambio climático: debido al incesante flujo de emisiones a la atmósfera, el planeta se ha calentado 1,2 grados desde el inicio de la Revolución Industrial, en el siglo XVIII. Esto está provocando que el clima se torne más extremo, dando lugar a huracanes, incendios forestales, inundaciones y sequías de mayor envergadura. Además, nos queda poco tiempo para el año 2050, fecha límite para alcanzar la neutralidad de carbono.
   
   

3. Contaminación: el vertido de productos químicos y residuos tóxicos tiene consecuencias fatales para la biodiversidad. El uso de pesticidas está matando a las abejas y a otros polinizadores esenciales para nuestros sistemas alimentarios. Actualmente hay tanto plástico en el océano que en 2050 pesará más que los peces que viven en él, mientras que el 80% de todas las aguas residuales, incluidas las que producimos los humanos, no reciben ningún tratamiento.
   
   
   

4. Explotación directa de los recursos naturales: los sectores como la minería son responsables de la pérdida de hábitats, que se ha convertido en la principal amenaza para la supervivencia de las especies en tierra firme. La restauración de tan solo el 15% de los ecosistemas podría reducir las extinciones en un 60% y beneficiar a las economías locales. ³ Paradójicamente, la extracción de materiales vitales para la transición a las cero emisiones netas, como el litio para las baterías de los coches eléctricos, a veces tiene consecuencias perjudiciales para el medioambiente.
   
   

5. Especies invasoras: la introducción de especies alóctonas, que es una consecuencia de la economía global junto con el aumento del turismo moderno, ha contribuido al 40% de las extinciones desde el inicio de la era colonial, en el siglo XVII. Se calcula que el coste de las plagas de especies invasoras en zonas colonizadas del mundo, como Australia, Brasil y EE.UU., asciende a 137.000 millones de USD al año.⁴
   

La pérdida de biodiversidad está directamente vinculada con el cambio climático. De hecho, suelen considerarse las dos caras de la misma moneda. Los océanos son el mayor sumidero de carbono del mundo, ya que absorben las emisiones al tiempo que generan oxígeno. El aumento de su acidificación, junto con la incesante contaminación que sufren, ha provocado que el 40% de los océanos del mundo se encuentren «alterados», según la IPBES.

La deforestación empeora el cambio climático, ya que se emiten miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero cuando se talan árboles, sobre todo si se queman para despejar el terreno. Además, la tala de árboles reduce uno de los mayores sumideros de carbono del mundo que, al igual que los océanos, absorbe emisiones y genera oxígeno. La deforestación por sí sola provoca el 17% del calentamiento global, según el Foro Económico Mundial. ⁵

Por ello, la conservación de los bosques y otros ecosistemas, como las turberas, se considera fundamental para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de la temperatura mundial a 2 °C (e, idealmente, a 1,5 °C) para finales de este siglo. Según la IPBES, la reforestación podría reducir las emisiones en hasta 11,7 gigatoneladas de equivalentes de CO₂ al año de aquí a 2030, más del 40% de lo necesario para limitar el calentamiento global.

La solución consiste en «doblegar la curva», es decir, detener e invertir los cinco impulsores de la pérdida de biodiversidad para reducir la huella de la producción y el consumo humanos. El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, firmado en 2022 por 188 países, establece que es esencial doblegar la curva antes de 2030. En el siguiente capítulo abordaremos este asunto con más detalle.
 
Gráfico 2: Doblegar la curva

Fuente: Robeco y Bloomberg ⁶

Al igual que el Acuerdo de París sobre el clima, el marco exige a los países que desarrollen y ejecuten planes basados en objetivos que impulsen la transición de la sociedad hacia una economía con un efecto más positivo en la naturaleza. Se espera que las empresas y los inversores revelen los riesgos y las oportunidades, y coordinen su actividad comercial y sus inversiones. En consecuencia, el Marco de Kunming-Montreal implica una revisión de nuestras prácticas.

Sin embargo, redoblar los esfuerzos de conservación no bastará para acercarnos al fin de la pérdida de biodiversidad. Tenemos que cambiar radicalmente nuestra forma de producir y consumir bienes. Debemos permitir que la naturaleza se reponga de las demandas que le imponemos para que pueda seguir proporcionando todos los servicios y beneficios que necesitamos. Dependemos de la naturaleza para tener un planeta habitable y sano: sin ella, la sociedad y la economía no podrán gozar de buena salud. No existe un «planeta B».

Para los inversores de todo el mundo, doblegar la curva no solo supone un gran reto, sino que también plantea dos grandes oportunidades. Como se muestra en el gráfico 2, la primera está relacionada con la transición a favor de la biodiversidad: el cambio de los métodos de producción y consumo afecta a una industria con una capitalización de mercado de 2,3 billones de USD.

La segunda tiene que ver con las soluciones disponibles. El valor de las tecnologías que pueden reducir las amenazas, como las de tratamiento de aguas residuales, asciende a unos 800.000 millones de USD. Además, las soluciones con un efecto positivo en la biodiversidad, como los métodos de protección orgánicos de las plantas o la recuperación del suelo, suponen otros 180.000 millones de USD en inversiones. Estos riesgos y oportunidades son cada vez más importantes para los inversores, como se explica en el capítulo siguiente.

Debería saber cómo se definen la biodiversidad, los ecosistemas y los servicios ecosistémicos; comprender los cinco factores principales que provocan la pérdida de biodiversidad y su relación con el cambio climático; y ser capaz de explicar cómo «doblegar la curva» permite encontrar soluciones, incluso nuevos mercados de gran envergadura.

Notas al pie

¹ Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza:
https://www.iucn.org/news/commission-environmental-economic-and-social-policy/202205/exploring-possible-futures-conservation-ngos-a-report-luc-hoffmann-institute
² https://www.unep.org/news-and-stories/story/5-key-drivers-nature-crisis
³ Restaurar tierras reconvertidas podría ayudar a mitigar el cambio climático (azocleantech.com)
⁴ Enfermedades y plagas invasoras (usda.gov)
⁵ https://www.weforum.org/agenda/2017/06/drones-plant-100000-trees-a-day/
⁶ Ilustración adaptada de Leclère et al., Nature, 2020, Adam Islaam, Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), Citi Research & Global Insights.

Proteger la biodiversidad no es simplemente una cuestión de preservar el hábitat de una rana exótica, consumir más productos frescos ecológicos o comprar una botella de agua reutilizable. Implica cuestiones mucho más profundas. En pocas palabras, la naturaleza sustenta todo lo que hacemos y, sin ella, el mundo no puede funcionar. No se trata solo de una obligación moral, sino de un imperativo económico.

El Foro Económico Mundial (FEM) estima que más de la mitad de la producción económica mundial (44 billones de USD) depende en cierta o en gran medida de la naturaleza de alguna forma. La proporción es todavía mayor en el caso de la producción de alimentos, ya que más del 75% de los cultivos alimentarios mundiales, incluidos los de frutas y hortalizas, dependen de la polinización. ⁷ Si los sistemas naturales colapsan, por ejemplo, debido a la desaparición de las abejas y otros polinizadores, también lo harán el sistema económico y el financiero.
 
Gráfico 3: Doble materialidad en la biodiversidad

Fuente: Robeco

Aun así, la degradación de los servicios ecosistémicos no cesa. Aparte de la pérdida irreversible de ciertas especies, representa una pérdida económica de al menos 479.000 millones de USD al año. ⁸ Las sequías paralizaron el transporte fluvial en Europa en 2022, con la consiguiente pérdida de bienes industriales que no pudieron entregarse. Mientras tanto, muchos bienes inmuebles están pasando a ser no asegurables debido a la amenaza de inundaciones o incendios forestales, o a los corrimientos de tierra en las regiones costeras.

El deterioro ecológico también trae consigo presiones sociales, como las manifestaciones de agricultores que se han convocado en los Países Bajos por los intentos del gobierno holandés de reducir los niveles de nitrógeno en las tierras agrícolas. El crecimiento de la economía mundial en las últimas décadas se ha desarrollado en gran medida a expensas de la biosfera, y gran parte del impacto se debe a una producción de alimentos ineficiente y contaminante.
 
Gráfico 4: Crecimiento en detrimento de la biodiversidad

Fuente: Researchgate.net ⁹

Este implacable ataque a la valiosa biosfera de la Tierra se ha convertido en uno de los mayores riesgos para la prosperidad futura de los habitantes del planeta. Una encuesta realizada por el FEM a más de 1.000 inversores, políticos y expertos reveló que los encuestados lo clasificaban como el tercer riesgo más grave a nivel mundial, por detrás de la acción climática y las condiciones meteorológicas extremas que ha traído consigo el calentamiento global.

Los resultados de la encuesta clasificaron esta amenaza como una preocupación mayor que las enfermedades infecciosas (a pesar del recuerdo reciente de los estragos del Covid-19) y que el tipo de confrontación geoeconómica que se produjo cuando Rusia invadió Ucrania. La velocidad del cambio también es notable, ya que la pérdida de biodiversidad no se empezó a incluir entre las cinco principales amenazas mundiales hasta 2019.
 
Gráfico 5: Los 10 principales riesgos mundiales

Fuente: FEM

La pérdida de biodiversidad y una dependencia insostenible de la naturaleza afectan directamente a las inversiones en la economía real. Los gestores de carteras pueden utilizar herramientas como Exploring Natural Capital Opportunities, Risks and Exposure (ENCORE) para evaluar su nivel de exposición a las dependencias y los impactos sobre la biodiversidad. Una evaluación de los activos bajo gestión de Robeco en 2022 mostró que:

• Alrededor de una cuarta parte de nuestros activos presenta una dependencia elevada o muy elevada de al menos un servicio ecosistémico. El suministro de aguas subterráneas y superficiales resultó ser el más relevante, seguido de los Regulación sobre el clima y el mantenimiento de los flujos de agua.

• Alrededor del 29% de las inversiones se realizan en sectores con un potencial de impacto elevado o muy elevado en los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad. Se determinó que el uso de la tierra y del agua potable es lo que genera el mayor impacto, seguido por el cambio climático, la contaminación y las perturbaciones directas.

• Las mayores exposiciones con impactos o dependencias se encontraron en los sectores farmacéutico; de servicios integrados de telecomunicaciones; de productos químicos especializados; de carnes y alimentos envasados; de ropa; de accesorios y de artículos de lujo.

Gráfico 6: Repercusiones en los activos bajo gestión

Fuente: Robeco

Para comprender mejor el valor del impacto futuro en las inversiones, los supervisores financieros llevan varios años evaluando la biodiversidad como riesgo sistémico. Se están desarrollando modelos para cuantificar el efecto sobre los riesgos y la rentabilidad financieros, aunque todavía deben perfeccionarse. En el siguiente capítulo abordaremos las cuestiones regulatorias con más detalle.

Al mismo tiempo, la naturaleza ofrece muchas oportunidades, de las que cada vez somos más conscientes. La transición a una economía con un efecto más positivo en la naturaleza podría ofrecer oportunidades de negocio por valor de 10 billones de USD y crear 395 millones de puestos de trabajo para 2030, según el informe «The Future of Nature and Business» del FEM.

Esto sería posible mediante la transformación de los tres sistemas económicos responsables de casi el 80% de la pérdida de naturaleza: el de alimentación y uso del océano y la tierra; el de infraestructuras y el entorno construido; y el de energía y extracción. En definitiva, los ecosistemas pueden considerarse activos importantes que seguir monetizando, pero de un modo más sostenible.

Gráfico 7: Convertir las transiciones en oportunidades

Fuente: FEM ¹⁰

Abordar el problema del desperdicio de alimentos brinda una oportunidad sencilla pero eficaz de reducir la presión sobre la tierra. En todo el mundo, cada año se desecha aproximadamente un tercio de los alimentos producidos, por lo que evitar este desperdicio ahorraría tiempo, recursos energéticos y costes. En cuanto a los ingresos, se espera que el cambio de las preferencias de consumo liderado por los millenials provoque un aumento de un 14% anual en las ventas de alimentos y bebidas ecológicos, un mercado cuyo valor ascendía a 200.000 millones de USD en 2022 y que crece rápidamente. ¹¹ Este tipo de oportunidades de negocio se analiza con más detalle en el capítulo 4.

La biodiversidad también es importante para los inversores por las responsabilidades éticas y de administración que tienen como custodios del dinero de otras personas. La inversión sostenible suele definirse como la obtención de rentabilidad por parte de la generación actual (y la que se jubila) sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.

Para cumplir estos compromisos de administración, la mayoría de los inversores ejercen una titularidad activa, utilizando su poder como accionistas y obligacionistas para influir en el cambio de las empresas participadas que dependen de la naturaleza o son perjudiciales para ella. Esto se hace interactuando con las empresas, ya sea individualmente o en colaboración (véase el capítulo 4), y votando en las juntas generales ordinarias (JGO) de las empresas sobre cuestiones de sostenibilidad, incluida la biodiversidad.

El grupo de colaboración Nature Action 100+, por ejemplo, se centra en las entidades mundiales que más contribuyen a la pérdida de biodiversidad, y colabora con ellas de forma similar al grupo Climate Action 100+. En el capítulo 4 trataremos este asunto con más detalle.

En resumen, si comparamos nuestro sistema económico con una cadena alimentaria, podemos decir que el sector financiero está en la cima de ella. Por ello, dicho sector tiene un papel crucial que desempeñar a la hora de afrontar la crisis climática y de biodiversidad.

Debería comprender cómo la mitad de la producción económica global depende en gran medida de la naturaleza; por qué supone también una oportunidad de negocio de 10 billones de dólares en las zonas de crecimiento; y cómo las evaluaciones de los mapas de calor pueden detectar activos de inversión vulnerables.

Notas al pie

⁷ Herweijer et al 2020, Nature Risk Rising: why the crisis engulfing nature matters for business and the economy, World Economic Forum
⁸ https://naturalcapital.finance/wp-content/uploads/2020/06/Beyond-Business-as-Usual-EN.pdf
⁹ https://www.researchgate.net/figure/Global-Wealth-per-Capita-1992-2014-Source-Managi-and-Kumar-2018_fig8_356273136
¹⁰ https://www3.weforum.org/docs/WEF_The_Future_Of_Nature_And_Business_2020.pdf
¹¹ Packaged Facts, OTA Survey, Maximize Market Research

La biodiversidad todavía no goza de la misma importancia que el cambio climático en lo que se refiere a la legislación, los reglamentos o el interés de los inversores, pero la situación está mejorando. Varias cumbres e iniciativas internacionales han empezado a dar prioridad a esta cuestión, mientras que la UE está desarrollando su propio enfoque, totalmente centrado en la protección de la biodiversidad.

Mientras tanto, un número cada vez mayor de herramientas para inversores y colaboraciones de inversión, muchas de las cuales imitan las iniciativas existentes para abordar el calentamiento global, están contribuyendo a prevenir la pérdida de biodiversidad. Por ello, la legislación, los reglamentos y las colaboraciones se centran cada vez más en tratar la biodiversidad y el cambio climático como «emergencias gemelas».

El primer gran esfuerzo por proteger la biodiversidad llegó con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, dispuesto para su firma durante la celebración de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, en 1992. El convenio, ratificado por 196 países, establece un marco sobre cómo financiar a medio plazo la protección de la biodiversidad. La Conferencia de las Partes (COP), órgano rector del Convenio, comenzó a reunirse cada dos años a partir de 1994.

Gráfico 8: Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal

Fuente: Convenio sobre la Diversidad Biológica ¹²

La reunión más reciente, la COP15, se celebró en dos etapas, en Kunming (China) en 2021 y en Montreal (Canadá) en 2022. Esta dio como resultado el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMB), cuyo propósito es frenar la pérdida de biodiversidad para 2030 y, a partir de ahí, impulsar un desarrollo con un efecto positivo para vivir en armonía con la naturaleza en 2050.

Para lograrlo, se fijaron cuatro objetivos:

• mantener y restaurar la integridad de los ecosistemas naturales de la Tierra para 2050;

• economizar los recursos naturales para usarlos de forma más sostenible;

• compartir estos recursos de forma más adecuada con los pueblos indígenas, y

• reducir la diferencia en la financiación de la protección de la biodiversidad entre mercados desarrollados y emergentes, que ascendía a 700.000 millones de USD anuales.¹³
  

Los objetivos incluyen 23 metas, la más importante de las cuales es la de «30 para el 30». Dicha meta aspira a designar el 30% de las zonas terrestres y marinas del planeta como áreas protegidas para el año 2030, y debe alcanzarse mediante el ajuste periódico de los objetivos y las políticas nacionales, y la coordinación de los modelos de negocio y los flujos financieros. Como tal, el objetivo de 2030 es, en materia de biodiversidad, el equivalente al de cero emisiones netas para 2050 y el horizonte para «doblegar la curva», como se vio en el capítulo 1.

Otros objetivos importantes son reducir a la mitad el desperdicio de alimentos; reducir a la mitad el impacto del exceso de nutrientes y productos agroquímicos; acabar con la contaminación por plástico; reducir los subsidios perjudiciales; y exigir a empresas e inversores que revelen los riesgos que plantea su actividad para la naturaleza y ajusten sus actividades a las metas.

Tal es la ambición del MMB al afirmar que «invertir la pérdida de diversidad biológica, en beneficio de todos los seres vivos, es una preocupación común de la humanidad». Sus partidarios esperan que adquiera un estatus similar al del Acuerdo de París.

Los reguladores y supervisores del sistema financiero desempeñan un papel clave, ya que marcan la pauta para los participantes del mercado en sus jurisdicciones. La Red para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS) es una agrupación de reguladores financieros con el propósito general de lograr que el mundo sea más sostenible, incluida la respuesta al cambio climático.

La NGFS reconoce que los riesgos relacionados con la naturaleza podrían tener importantes implicaciones macroeconómicas y, por tanto, los bancos centrales y los supervisores deberían tenerlos en cuenta. Su labor se centra en generalizar la consideración de los riesgos relacionados con la naturaleza y establecer requisitos de divulgación para las instituciones financieras en la evaluación de estos riesgos.

El Banco Central Europeo (BCE) también está realizando su propia evaluación de los riesgos para la biodiversidad que representa todo el sistema financiero de la UE, tras constatar que el 75% de los préstamos bancarios de la eurozona se conceden a empresas que dependen de la naturaleza.

La UE ha puesto en marcha su propia Estrategia sobre Biodiversidad, con la que pretende situarse en la senda de la recuperación para cumplir el objetivo de 2030, que contiene medidas y compromisos específicos.¹⁴ Forma parte del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es descarbonizar el bloque para avanzar hacia las cero emisiones netas, tener un efecto positivo en la naturaleza y crear una economía más circular.

La estrategia contiene compromisos y acciones específicas que deberán cumplirse de aquí a 2030 y que se legislarán con diligencia. Por ejemplo, la UE acaba de aprobar su primera Ley de Restauración de la Naturaleza, que incluye un objetivo general de restauración en todos los territorios terrestres y marinos del bloque, con metas vinculantes respecto a hábitats y especies concretas. ¹⁵

En junio de 2023 entró en vigor un reglamento de la UE sobre deforestación. La nueva ley pretende garantizar que los principales productos exportados o comercializados en el mercado de la UE no se produzcan a expensas de la deforestación o la degradación de los bosques en las cadenas de suministro mundiales. ¹⁶ También se están preparando otras leyes sobre temas como los pesticidas, la calidad del agua y las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS). Estas contribuyen en gran medida a uno de los impulsores de la pérdida de biodiversidad, la contaminación, que se aborda en mayor detalle en el capítulo 5.

En cuanto a la normativa específica para el sector financiero, el Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles (RDIS) exige a los inversores que sigan los indicadores de las Principales Incidencias Adversas, incluidos los efectos en la biodiversidad. ¹⁷ Por último, la Taxonomía de la UE incluirá una sección titulada «Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas» para definir qué tipos de inversión abordan realmente la pérdida de biodiversidad. ¹⁸

Debería poder explicar por qué el Marco de Kunming-Montreal propone no destruir más la naturaleza de aquí a 2030; el papel que desempeñan los bancos centrales, los reguladores y los supervisores financieros; y la perspectiva de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea en el marco del Pacto Verde Europeo.

Notas al pie

¹² https://www.cbd.int/gbf/
¹³ https://www.cbd.int/conferences/post2020
¹⁴ https://environment.ec.europa.eu/strategy/biodiversity-strategy-2030_en#
¹⁵ https://environment.ec.europa.eu/topics/nature-and-biodiversity/nature-restoration-law_en
¹⁶ https://environment.ec.europa.eu/news/green-deal-new-law-fight-global-deforestation-and-forest-degradation-driven-eu-production-and-2023-06-29_en
¹⁷ https://finance.ec.europa.eu/regulation-and-supervision/financial-services-legislation/implementing-and-delegated-acts/sustainable-finance-disclosures-regulation_en
¹⁸ https://finance.ec.europa.eu/system/files/2021-04/sustainable-finance-taxonomy-faq_en.pdf

La pérdida de biodiversidad es una cuestión relativamente nueva para los inversores. Hace solo dos años, únicamente el 5% de los propietarios o gestores de activos que participaron en la Encuesta Global sobre el Clima de 2021 de Robeco afirmaron que la biodiversidad sería una cuestión «primordial» en su política de inversión para los dos años siguientes, mientras que el 16% afirmó que tendría una importancia «considerable». En la encuesta de 2023, el porcentaje de participantes que dio esas respuestas aumentó hasta el 18% y el 48%, respectivamente, por lo que pasó a ser una cuestión principal.
 
Gráfico 9: Resultados de la Encuesta Global sobre el Clima de 2023 de Robeco

Fuente: Encuesta Global sobre el Clima de 2023 de Robeco

Sin embargo, se carecía de un método para cuantificar este tipo de compromiso. Hasta 2023 no existían medios universalmente acordados para evaluarlo realmente y elaborar informes posteriores sobre el efecto de las empresas y los inversores en la biodiversidad. El Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con la Naturaleza (TNFD) se propuso atajar esta carencia publicando su primer marco en 2023.¹⁹

Dicho marco se basa en el modelo del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD), que orienta a las empresas acerca de cómo calcular el efecto que tienen sus operaciones en el calentamiento global. El TNFD, respaldado por un amplio conjunto de inversores y empresas en el que se incluye Robeco, está formado por 40 miembros individuales que representan instituciones financieras, empresas y proveedores de servicios de mercado con más de 20 billones de USD en activos.

El TNFD se centra en la creación y desarrollo de un marco para que el mercado valore los riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza, y dirija capital en consecuencia. Alrededor del 24% de los inversores de la Encuesta sobre el Clima de 2023 hicieron mención a la falta de normas claras de notificación y divulgación como uno de los problemas que les impedían dar mayor prioridad a la biodiversidad.

El firme compromiso de los inversores de dar más prioridad a la biodiversidad se formalizó durante la Cumbre de la Biodiversidad de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2020. El Compromiso Financiero por la Biodiversidad fue firmado por 26 instituciones financieras, entre ellas Robeco, e insta a los líderes mundiales a acordar medidas eficaces para revertir la pérdida de naturaleza en esta década y garantizar la resiliencia de los ecosistemas.

Al firmarlo, los inversores asumieron los siguientes compromisos, que deberán cumplir antes de 2024:

Esto derivó en la creación de Nature Action 100 en 2017, una iniciativa de colaboración que constituye el equivalente en materia de biodiversidad a Climate Action 100+, que interactúa con los 100 mayores emisores para reducir sus huellas de carbono. Nature Action 100 pretende desarrollar la misma actividad interactuando con las 100 empresas que más repercuten en la biodiversidad. ²⁰

Los inversores que participen en la iniciativa interactuarán con las empresas participadas de sectores que se consideren de importancia sistémica para revertir la pérdida de naturaleza y biodiversidad de aquí a 2030. Algunos de estos sectores clave son el farmacéutico; el de productos agroquímicos; el de bienes domésticos y de uso personal; el de productos cárnicos y lácteos; y el de la metalurgia y la minería. Estos son los sectores que causan una mayor pérdida de naturaleza debido a su gran impacto en la destrucción de hábitats, la sobreexplotación de recursos y la contaminación.

Robeco tiene experiencia de primera mano en la colaboración para aprovechar la experiencia externa con el fin de integrar la biodiversidad en el proceso de inversión y engagement. Trabajamos en estrecha colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza de los Países Bajos (WWF-NL) con el fin de crear un informe en 2022 que constituyó una guía para políticas futuras y sentó las bases de los productos de inversión basados en la biodiversidad.
²¹

WWF-NL colabora con Robeco para integrar la biodiversidad en la gestión de activos, por ejemplo, proporcionando asesoramiento en el desarrollo y aplicación de un marco de inversión en biodiversidad. En la actualidad, WWF-NL asesora a Robeco en sus iniciativas de engagement para promover la transición de las empresas en las que invierte hacia modelos de negocio más respetuosos con la naturaleza. El objetivo de la colaboración también es animar a las partes interesadas del sector financiero a que integren la biodiversidad en sus inversiones y ayudarles a pasar a la acción.
 
Gráfico 10: Colaboración con WWF-NL

Fuente: Robeco

«La función del sector financiero es determinante para que el capital dé un giro hacia un sistema financiero con un efecto positivo en la naturaleza y los flujos financieros se reorienten a prácticas que puedan restaurar la naturaleza en lugar de destruirla», afirman desde WWF-NL. «Hacemos un llamamiento a todo el sector financiero para que reduzca los riesgos relacionados con la naturaleza y prepare las empresas y carteras para el futuro asumiendo compromisos con efecto inmediato, pasando a la acción e instando al cambio. Creemos que, para que se produzca una transformación sistémica, debemos replantearnos qué empresas forman parte de la solución para que la economía tenga un efecto positivo en la naturaleza».

Hay muchas otras iniciativas con el objetivo común o compartido de lograr avances de cualquier tipo en materia de biodiversidad. Por ejemplo, la Acción contra la Deforestación en el Sector Financiero (Finance Sector Deforestation Action, FSDA) es un grupo de inversores que firmó el Compromiso del Sector Financiero por la Erradicación de la Deforestación Asociada a la Explotación de Materias Primas Agrícolas (Financial Sector Commitment on Eliminating Agricultural Commodity-Driven Deforestation). Esto complementa las iniciativas para detener la deforestación que genera la producción del aceite de palma (véanse nuestros casos prácticos del capítulo 6).

Por otra parte, la Red de Objetivos Basados en la Ciencia pretende dotar a empresas y gobiernos locales de definiciones de vías claras para abordar sus impactos y dependencias de la naturaleza. Esta red aprovecha el impulso de la Iniciativa Objetivos Basados en Ciencia (SBTi), que desarrolló metodologías para calcular los efectos en el cambio climático. Ambas forman parte de los esfuerzos para que todas las organizaciones dispongan de formas cuantificables de promover los ODS mediante metas en materia de políticas.

Debería reconocer el papel fundamental del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con la Naturaleza; poder enumerar las iniciativas de los inversores, como el Compromiso Financiero por la Biodiversidad y Nature Action 100; y comprender cómo puede ayudar el engagement a reducir el impacto en la biodiversidad de las empresas participadas.

Notas al pie

¹⁹ Sustainable investing -Task Force on Nature-related Financial Disclosures (TNFD)
²⁰ https://www.natureaction100.org/
²¹ Robeco launches biodiversity paper and teams up with WWF-NL

Las oportunidades de inversión en biodiversidad derivan de la transición de industrias, sectores o empresas que tienen un alto impacto en uno o varios de los cinco impulsores de la pérdida de biodiversidad. No se trata solo de las abejas y las mariposas, por muy importantes que sean, ni siquiera de soluciones aparentemente sencillas como la reforestación comercial. Al igual que con el cambio climático, se trata de reestructurar todo el sistema productivo en aras de una economía más circular, positiva para la naturaleza y de cero emisiones netas.

Por tanto, las empresas pueden reducir la presión sobre la naturaleza transformando sus productos y servicios de forma que contribuyan a esta transición. De momento, de las 43.000 empresas que cotizan en bolsa en todo el mundo, solo el 0,01% ejercen un impacto positivo en la naturaleza. Otra oportunidad es invertir en soluciones especializadas, como las de acuicultura o reciclaje.

Aquí podemos retomar el concepto de «doblegar la curva»: reducir la huella de biodiversidad (y carbono) generada por la producción y el consumo reciclando más y haciendo un mayor uso de productos con certificación de sostenibilidad y de envases más sostenibles, por ejemplo. La tecnología también puede desempeñar una función importante en los ámbitos del tratamiento de residuos, la captura de carbono, los biocombustibles y las infraestructuras ecológicas.

Tal como se menciona en el capítulo 1, los cinco impulsores de la pérdida de biodiversidad son el uso de la tierra y del mar; el cambio climático; la contaminación; la explotación de recursos y las especies invasoras. A continuación se presentan las posibles soluciones comerciales, que, en ocasiones, se solapan entre sí.

Las oportunidades de inversión, que son con diferencia el mayor ámbito para reducir la pérdida de biodiversidad, adoptan muchas formas: desde un cultivo más eficiente de la tierra y la restauración de bosques o humedales hasta una mayor producción de alimentos ecológicos y el desarrollo de alternativas a la carne. También se trata de reducir el desperdicio de alimentos, rediseñar productos y reciclar materiales para que disminuya el uso de materiales vírgenes en los sectores extractivos, como el de la construcción, la moda y los productos químicos.

Las oportunidades de inversión se centran en la agricultura, la fruticultura y la horticultura para desarrollar alternativas a los pesticidas y los fertilizantes ricos en nitrógeno, y construir infraestructuras más ecológicas. El mercado de mobiliario ecológico fabricado con madera procedente de fuentes sostenibles crece un 7% anual y ya alcanza los 38.000 millones de USD. Los productos naturales para el cuidado personal que utilizan compuestos de origen biológico en lugar de sustancias químicas constituyen un mercado valorado en unos 13.000 millones de USD.

El mercado de alimentos y bebidas ecológicos ha rondado los 350.000 millones de dólares anuales en 2023 y se espera que alcance los 500.000 millones en 2026, dado el crecimiento del 30% anual desde 2019. Parte del atractivo de este mercado radica en que los compradores, con los millenials normalmente a la cabeza, están dispuestos a pagar más por alimentos que no se han producido con pesticidas.

Gráfico 11: Proyección del mercado de alimentos ecológicos

Fuente: Robeco

Incluso los segmentos más especializados del mercado son valiosos. Por ejemplo, las ventas de yogures probióticos no lácteos ascienden a unos 18.000 millones de USD. El mercado de las alternativas a la carne ronda los 5.000 millones de USD, mientras que el de las alternativas a los lácteos, como la leche de soja, podría alcanzar los 16.000 millones.

En el caso del pescado y el marisco, en última instancia es necesario que la pesca sea más sostenible para preservar las poblaciones de peces, pero la acuicultura (la crianza de crustáceos y peces como el salmón, a veces en aguas del interior) es un negocio en expansión. La biotecnología está contribuyendo a ello, ya que se ha demostrado que la vacunación del salmón reduce su mortalidad del 30% al 5%, lo que aumenta el valor de su recolección en un 35%. ²³

El mayor mercado para combatir el cambio climático, que a su vez afecta a la biodiversidad, es el de las energías renovables, aunque tiene sus inconvenientes. Las turbinas eólicas, por ejemplo, matan miles de aves al año. Sin embargo, contribuir al objetivo general de reducir las emisiones es vital para que se cumplan los compromisos climáticos de cero emisiones netas en 2050 y de pérdida neta nula de biodiversidad en 2030.

Esto ha generado oportunidades de inversión sin precedentes no solo en infraestructuras de energías renovables, como los paneles solares y las turbinas eólicas, sino también en la tecnología en la que se basan. Es esencial ampliar de la red de distribución de la electricidad, ya que representa el 30% de toda la inversión necesaria en la transición hacia las energías renovables. El hidrógeno verde también es un mercado potencialmente masivo, sobre todo para el transporte pesado mediante camiones y barcos.

Los coches eléctricos ofrecen una forma de reconvertir poco a poco los 1.200 millones de vehículos de gasolina que hay en el mundo, aunque, como ocurre con la energía renovable, suele tener un coste mayor. La extracción del manganeso y el litio necesarios para las baterías de los coches eléctricos, por ejemplo, provoca daños medioambientales y la destrucción de hábitats. La explotación minera de los fondos marinos se ofrece como medio para encontrar minerales valiosos que escasean en tierra, como el cobalto, pero también tiene un coste medioambiental.

La captura y almacenamiento de carbono (CAC), que impide que el CO₂ entre en la atmósfera, sigue siendo un mercado pequeño que asciende a unos 1.200 millones de USD, aunque crece un 20% anual. Hay más de 300 proyectos de CAC previstos en todo el mundo, con el objetivo de capturar 220 millones de toneladas de CO₂ al año de aquí a 2030. Se prevé el crecimiento de tecnologías incipientes como las de captura directa del aire, que extraen el CO₂ directamente de la atmósfera, cuya previsión de captura asciende a 60 millones de toneladas de CO₂ para 2030. ²⁴

Gráfico 12: Posibles oportunidades de inversión

Fuente: Robeco

La mejor manera de combatir la contaminación es evitar que llegue a la atmósfera o a los cursos de agua. El potencial de mercado de soluciones tecnológicas que eliminen la necesidad de usar botellas de plástico de un solo uso es enorme. En la actualidad, el 80% de las botellas de plástico de un solo uso se desechan una vez consumido el producto, y gran parte acaba contaminando los océanos. En este caso, las soluciones se centran en las tecnologías de reciclaje y en la construcción de envases reutilizables y biodegradables que puedan desecharse sin dañar el medio ambiente.

El mercado del tratamiento de aguas residuales industriales asciende a 12.500 millones de USD, mientras que el de la gestión de residuos peligrosos es mucho mayor, de 70.000 millones. El desarrollo de fertilizantes más naturales se considera clave para resolver la crisis del nitrógeno, que se filtra a los cursos de agua y degrada gradualmente la calidad del suelo. Las soluciones de prevención de la acidificación que también neutralizan los efectos de los pesticidas y fertilizantes pueden contribuir aún más a reducir la degradación de hábitats fluviales.

Un problema particular en este caso son las PFAS, que engloban más de 4.700 sustancias químicas artificiales con estructuras moleculares similares que llevan desde la década de 1940 produciéndose en masa. Se encuentran en todo tipo de productos, desde utensilios de cocina antiadherentes hasta dispositivos electrónicos, envases alimentarios y productos textiles resistentes a las manchas. ²⁵

Sus fuertes enlaces químicos, resistentes al calor, se crean durante la fabricación y las hacen prácticamente indestructibles en el medioambiente, por lo que se denominan «sustancias químicas eternas».

Su uso durante décadas ha contaminado el suelo y los cursos de agua, mientras que algunos tipos han pasado a través de la cadena alimentaria y se han encontrado en seres humanos. Sus efectos negativos sobre la salud han llevado a muchos gobiernos, como el de EE.UU. y los de algunos estados miembros la UE, a prohibir la producción de algunas PFAS.

La reforestación y la silvicultura sostenible se han convertido en una gran oportunidad de inversión, junto con la incorporación de la biodiversidad a las infraestructuras. Por ejemplo, el mercado de los tejados verdes, en los que se incorporan plantas a la parte superior plana de los edificios, crece en torno a un 15% anual. En muchos países también es obligatorio incluir zonas verdes en los nuevos planes urbanísticos.

Las empresas de construcción y las promotoras inmobiliarias que tengan capacidad de conservación o puedan establecer métodos de construcción más inteligentes, como el uso de paneles solares en los tejados o la conservación del agua en las tuberías, tendrán una ventaja competitiva y realizarán inversiones atractivas.

Otro mercado es el de los materiales trazables, que se centra en una producción más sostenible de alimentos y fibras, y en un uso más eficiente de las materias primas. Entre las oportunidades de productos trazables figuran las empresas que procesan y venden alimentos, ropa y productos de higiene con certificación sostenible y altos niveles de insumos reciclados que reducen la carga biológica de las fibras. La certificación del aceite de palma que garantiza que las plantaciones se gestionen de forma sostenible y que las nuevas plantaciones no causen deforestación ha resultado bastante eficaz para reducir la presión sobre este valioso recurso (véase el capítulo 7 sobre casos prácticos).

En las zonas en las que la industria ya ha causado daños en el medioambiente, actividades como la restauración de minas, la recuperación medioambiental y la limpieza de antiguos emplazamientos industriales es un mercado cuyo valor se estima en 92.000 millones de USD. Otro método cada vez más importante para hacer frente a la contaminación es no explotar nuevos recursos naturales, sino reciclar o renovar los recursos existentes. Esto es fundamental para el principio de la economía circular (véase el capítulo 6) y el creciente mercado del reciclaje, respaldado por reglamentos que pretenden eliminar gradualmente el plástico de un solo uso, por ejemplo.

Las oportunidades de inversión para hacer frente a las especies invasoras son mucho más especializadas y se centran en la «bioseguridad», es decir, en impedir que animales o plantas no autóctonos lleguen siquiera a entrar en el territorio. Este tipo de inversiones incluyen fabricantes de tecnología para detectar los insectos trasladados en contenedores de fruta y que pueden alterar la fauna autóctona si llegan a la tierra.

Realizar un seguimiento de los parásitos que contiene el agua de lastre de los barcos y que luego acceden a cursos de agua locales es otro medio de prevención de las especies invasoras. La tecnología de bioseguridad también puede monitorizar las especies que ya hayan entrado con el fin de gestionar o reducir su impacto.

Debería reconocer la necesidad de invertir en la transición de las industrias que influyen en los cinco impulsores; comprender por qué es fundamental un uso más eficiente de la tierra y afrontar el cambio climático; y entender las amplias oportunidades que ofrecen los alimentos ecológicos, la silvicultura y la biotecnología.

Notas al pie

²² Fuentes de las cuotas de mercado: análisis de Robeco, Global Market Insights, GrandView Research, EMR, MENAFN, Allied Market Research y OMR. Evaluación en el primer trimestre de 2022.
²³ https://www.nature.com/articles/s41598-021-93874-6
²⁴ https://www.iea.org/reports/direct-air-capture
²⁵ Sustainable investing - PFAS

La naturaleza es compleja y se ve afectada por muchos problemas diferentes, desde la deforestación y la escasez de agua hasta la contaminación y la agricultura insostenible. En consecuencia, a diferencia de lo que ocurre con el cambio climático, no disponemos de una única métrica acordada a escala mundial para medir la pérdida de biodiversidad.

Puede ser relativamente fácil contar el número de árboles que se talan o hacer estimaciones sobre las poblaciones de peces o las especies amenazadas usando metodologías de evaluación de impacto del ciclo de vida (EICV), pero cuantificar el impacto de las empresas en la pérdida (o la mejora) de la biodiversidad es mucho más difícil. A ello se suma la relación de las finanzas con la naturaleza, como se ha visto en capítulos anteriores.

Parte del problema radica en que, a diferencia de la evaluación de las emisiones o la descarbonización para calcular la preparación de las empresas respecto al objetivo de cero emisiones netas, la biodiversidad se encuentra localizada en determinadas zonas. Los átomos de carbono pueden contabilizarse dondequiera que se liberen, y podemos calcular la equivalencia en carbono de las emisiones; pero la pérdida de biodiversidad no se puede calcular igual ni con el mismo nivel de fiabilidad.

De las 10 métricas básicas propuestas por el TNFD, solo la primera (sobre las emisiones de gases de efecto invernadero) es relativamente fácil de medir, mientras que otras cuatro métricas propuestas para medir el consumo de agua, la generación de residuos, los contaminantes atmosféricos y el cambio del uso de la tierra son poco sólidos. También hay otros que ni siquiera se han definido debidamente.

En una economía global, también puede ser muy difícil saber lo que ocurre en la cadena de suministro de una empresa, sobre todo cuando se abastece de materias primas como la madera, la soja o el aceite de palma. Los satélites espía pueden ayudar a detectar la deforestación, pero normalmente solo pueden identificar zonas amplias, así que sigue siendo necesario analizar la pérdida de biodiversidad sobre el terreno, cuyo acceso puede ser difícil.

Gráfico 13: El satélite espía Sentinel-1 permite detectar la deforestación desde el espacio

Fuente: Agencia Espacial Europea

Como la biodiversidad sigue siendo un tema de inversión relativamente nuevo, puede ser difícil encontrar análisis y calificaciones de tipo ASG, aunque los proveedores de datos están trabajando para cubrir esta necesidad. Aunque las puntuaciones de ASG están ahora muy extendidas, muy pocos proveedores de datos pueden atribuirlas a la calificación de una empresa.

En la Encuesta Global sobre el Clima de 2023 de Robeco «la falta de datos, estudios y calificaciones de inversión adecuados» se citaba como el principal problema al que se enfrentan los inversores a la hora de tener en cuenta la biodiversidad en sus carteras de inversión. El segundo problema principal era «la falta de conocimientos internos». Muy pocos inversores cuentan con especialistas en biodiversidad cualificados que asesoren a sus equipos. En su lugar, muchos están estableciendo vínculos con universidades locales que pueden aportar conocimientos externos, o se están asociando con ONG.

Gráfico 14: Desafíos percibidos por los 300 inversores que respondieron a la Encuesta Global sobre el Clima

Encuesta Global sobre el Clima de 2023 de Robeco

Algo que sí podemos medir son los límites que no deben cruzarse si queremos proteger la biodiversidad y evitar un cambio climático irreversible. Las investigaciones llevadas a cabo por el Centro de Resiliencia de Estocolmo se centran en las amenazas de lo que han denominado los «límites planetarios»: nueve umbrales de los que depende la continuidad y la sostenibilidad de la vida en la Tierra.

Como se muestra en el gráfico siguiente, estos límites se identifican (de arriba abajo, en el sentido de las agujas del reloj) con el cambio climático, las nuevas sustancias, el agotamiento del ozono estratosférico, la carga de aerosoles atmosféricos, la acidificación de los océanos, los flujos biogeoquímicos, el cambio del agua dulce, el cambio del sistema terrestre y la integridad de la biosfera. 

Gráfico 15: Fronteras planetarias

Fuente: Science Advances ²⁶

Según esta investigación, ya se han superado seis de estos límites. El más preocupante es el de la integridad de la biosfera, según el cual la integridad genética se ha visto tan gravemente comprometida que es el único de los nueve límites que ha alcanzado el extremo superior de la «zona de riesgo alto». Dentro de la misma categoría, la integridad funcional de la biosfera se sitúa en el extremo superior de la «zona de riesgo creciente».

La amenaza que plantean las nuevas sustancias también se sitúa en la zona de riesgo creciente y se aproxima al riesgo alto. Se trata de sustancias químicas artificiales y elementos contaminantes de larga duración, como las PFAS, y materiales radiactivos liberados desde que comenzó la era nuclear en la década de 1940. Los flujos biogeoquímicos, cuyo límite de umbral es más bajo, se encuentran en la zona de alto riesgo. Estos flujos respaldan los ciclos de la naturaleza y la forma en que los sistemas ecológicos dependen unos de otros.

En cuanto al cambio climático, el forzamiento radiativo (diferencia entre la energía solar que entra en la atmósfera terrestre y el calor que sale de ella) se encuentra en la zona de riesgo alto debido al efecto invernadero, mientras que la concentración de CO₂ está en la zona de riesgo creciente. Tanto el cambio del agua dulce como el cambio del sistema terrestre han entrado en la zona de riesgo creciente.

Solo hay tres límites que todavía se encuentran en su «espacio operativo seguro»: el agotamiento del ozono estratosférico y la carga de aerosoles atmosféricos, en parte gracias a la eliminación progresiva de los clorofluorocarbonos (CFC) de los aerosoles a partir de la década de 1980, y la acidificación de los océanos. Sin embargo, algunos de los daños derivados de cuestiones como la carga de aerosoles atmosféricos aún no pueden cuantificarse plenamente, por lo que podrían ser peores (o mejores) de lo que se piensa.

Aunque los límites sirven de guía a nivel macro global, el reto es trasladarlos a sectores específicos y, luego, a las empresas. Para ello necesitamos vías de transición sectorial que sirvan de referencia para evaluar a las empresas, como hacemos para el clima con las vías de descarbonización sectorial, pero aún no se han producido los avances científicos necesarios para ello.

Otro contratiempo citado en la encuesta sobre el clima es la falta de estrategias de inversión centradas exclusivamente en la biodiversidad. Muy pocos gestores de carteras ofrecen productos especializados. Por ejemplo, Robeco no lanzó su propia estrategia Biodiversity Equities hasta noviembre de 2022. Como alternativa, las estrategias de inversión temáticas centradas en los ODS, como los objetivos relacionados con la biodiversidad del ODS 14 (Vida submarina) y el ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres), pueden ser una forma de solucionar este problema.

Gráfico 16: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Fuente: ONU

Además, la «ecoimpostura» sigue ocultando la repercusión real de los productos o servicios en la biodiversidad y transmitiendo información deficiente sobre las cuestiones de «riesgo frente a rentabilidad». Los inversores también se quejan de los reglamentos que dificultan o impiden que los inversores tengan en cuenta la biodiversidad, así como de la falta de información sobre la repercusión del cambio climático en la pérdida de biodiversidad.

En un mundo dominado por la geopolítica, el hecho de que los gobiernos ofrezcan tipos de incentivos y subvenciones inadecuados constituye un reto considerable. Cerca de 1,8 billones de USD anuales en ayudas se asocian a actividades que destruyen el patrimonio natural mundial, incluida la extracción de combustibles fósiles y el mantenimiento de la agricultura. Suelen faltar marcos de políticas públicas, sobre todo en los mercados emergentes.

En lo que respecta al mar, los incentivos económicos y las políticas del sector pesquero han llevado a la sobreexplotación del 76% de las poblaciones marinas de peces del mundo, según calcula la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). ²⁷ Del mismo modo, el pago de incentivos inadecuados por el uso de la tierra, o simplemente la corrupción, han derivado en deforestación, a menudo respaldada por gobiernos ansiosos por sacar tajada de los ingresos.

También hace falta voluntad política para exigir, por ejemplo, que los gobiernos dejen de permitir (voluntariamente o no) la deforestación a gran escala que se observa con el fin de despejar tierras de ganado o para cultivos comerciales. La mitad de la deforestación se realiza para especular con la tierra y no por el valor de la madera. Gran parte de la masa forestal se quema en lugar de talarse, lo que agrava aún más la pérdida de hábitats naturales.

El ejemplo más citado siempre han sido los intentos de detener la deforestación en el Amazonas a través del diálogo con los inversores sobre política de deforestación, que ha servido como toque de atención para que los gobiernos den prioridad a estos temas. Otros asuntos han tenido menos éxito, como la reducción de las vastas flotas de pesqueros chinos que faenan en el Pacífico o los paneles solares rotos desechados en las playas de la India.

La explotación minera de los fondos marinos es otra cuestión controvertida, ya que los planes para dragar el lecho marino en busca de minerales valiosos se centran en ubicaciones de aguas internacionales que quedan fuera de la jurisdicción gubernamental. En julio de 2023, 36 instituciones financieras (incluida Robeco), que representan un conjunto de activos bajo gestión por valor de más de 3,3 billones de EUR, pidieron una moratoria en la concesión de permisos a las empresas mineras hasta que se puedan evaluar adecuadamente las consecuencias medioambientales.

Mientras tanto, la diplomacia tiene sus límites, ya que Occidente tiene un gran problema si pretende dar lecciones de sostenibilidad a los mercados emergentes. Gran parte de Europa ya ha sido deforestada para allanar el camino (literalmente) al tipo de crecimiento económico que ahora pretenden emular los mercados emergentes. Lo mismo ocurre cuando se dice a los gobiernos de los países en desarrollo que no utilicen los combustibles fósiles que llevan más de 200 años alimentando las economías occidentales.

Debería comprender los dilemas que plantean las definiciones y los datos al intentar medir el impacto; entender cómo la falta de investigaciones, calificaciones y experiencia interna dificultan la actividad de los inversores; y ver los problemas macroeconómicos que plantean incentivos, subvenciones y falta de voluntad política.

Notas al pie

²⁶https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adh2458
²⁷Agrawal et al. (2013), «Economic contributions of forests». Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques, Estambul, 8-19 de abril de 2013.

La economía circular pretende sustituir el actual modelo económico lineal, altamente derrochador y destructivo, basado en «extraer, producir, desechar», que consiste en extraer minerales, convertirlos en productos manufacturados y desecharlos al final de su vida útil. En su lugar, se recurre más a la reutilización de materiales existentes en una serie de bucles.

En gran medida, este concepto se basa en otros que empiezan por «re». Reciclar, rediseñar, reutilizar, refinar, renovar o reparar son algunos de los descriptores más comunes. Esta reutilización tiene dos objetivos principales. En primer lugar, hacer un uso más eficiente de los recursos de la Tierra reciclando materiales extraídos previamente para no tener que recurrir a otros nuevos.
 
Gráfico 17: Principios de la economía circular

Fuente: Robeco

En segundo lugar, si se aplicara a escala suficiente, evitaría miles de millones de toneladas de residuos que acaban en vertederos insostenibles o en el océano. Los envases de plástico son un problema especialmente grave, ya que el 80% de todo el plástico que se produce es de un solo uso. Cada minuto se fabrica un millón de botellas de plástico de un solo uso, y el 91% de ellas nunca llegan a reciclarse. ²⁸

Al igual que ocurre con las soluciones de inversión contra la pérdida de biodiversidad, gran parte de los beneficios de la economía circular dependen de que se aborden los cinco impulsores en general y la explotación de los recursos naturales en particular. Una mayor aplicación de los conceptos que empiezan por «re» reduciría en gran medida la extracción de materias primas y su impacto inherente en el medioambiente.

En cuanto al impulsor del uso de la tierra, las prácticas agrícolas modernas han degradado la tierra y contaminado el medioambiente, sobre todo por el uso excesivo de pesticidas en los cultivos y de antibióticos en los piensos, mientras que el 70% del agua dulce se destina a la agricultura. Las empresas que pueden ofrecer alternativas a la agricultura tradicional o a las técnicas de regadío se sitúan en el centro del concepto de economía circular.

El despilfarro de alimentos no solo genera vertederos innecesarios, sino que también contribuye al cambio climático. Una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del propio sistema alimentario: la agricultura, la silvicultura comercial y otras formas de ganadería son responsables directas del 18,4%, mientras que la refrigeración, el procesamiento de alimentos, el envasado y el transporte generan el resto. ²⁹

La otra cara del cambio climático es su efecto sobre el quinto impulsor de pérdida de biodiversidad: las especies invasoras. El calentamiento de las zonas frías expondrá a ciertos países a los insectos transmisores de enfermedades que, de momento, están evitando, como los mosquitos. En áreas tradicionalmente más frías, como el norte de Europa, cada vez es más frecuente encontrar insectos picadores que no se ven fuera de las zonas tropicales.

Gráfico 18: Los principales responsables del cambio climático

Fuente: Climate Watch, Instituto de Recursos Mundiales, 2020

Como ocurre con todos los aspectos de la protección de la naturaleza, no se trata solo de una cuestión de ecología: también supone una gran oportunidad económica cuyo valor se estima en 4,5 billones de USD para 2030. ³⁰ Gran parte de ella implica desarrollar nuevos medios de producción, reciclar y compartir. Las nuevas tecnologías, como las del desarrollo de plásticos biodegradables, así como el cambio de las preferencias de los consumidores relacionadas con productos más duraderos, se consideran los principales impulsores.

La inversión en la economía circular suele centrarse en cuatro núcleos con un buen flujo de empresas que fabrican productos o prestan servicios en los siguientes ámbitos: rediseño de materiales de producción, diseño de tecnologías facilitadoras, implementación del uso circular y aplicación de bucles de recursos. El gráfico siguiente muestra dichos núcleos:

Gráfico 19: Núcleos de inversión de una economía circular

Fuente: Robeco

La prolongación de la vida útil de los productos tiene un potencial muy atractivo, puesto que los dispositivos electrónicos suelen desecharse cuando llega el fin de lo que se percibe como su vida útil, mientras que sería posible conservar hasta el 90% de su valor con un diseño más modular y reciclable. La mejora de la tecnología para alargar la vida útil de la batería es un mercado con un gran potencial por derecho propio.

El cambio a una economía circular es cada vez más urgente, ya que el aumento del grado de urbanización, de una clase media hiperconsumidora y de la población mundial, que se acerca a los 10.000 millones de habitantes, ejercen una presión insostenible sobre los recursos y la gestión de residuos. Con los niveles de producción actuales, se necesitarían 1,7 planetas Tierra para sostener el consumo, cifra que ascendería a tres planetas en 2050.

No obstante, queda mucho por hacer: según el «Circularity Gap Report 2020» de la UE, solo un 9% de la economía del mundo es circular de momento. ³¹ Para intentar acelerar el proceso, en marzo de 2022 el bloque puso en marcha su Plan de Acción para la Economía Circular con el fin de ajustarse al objetivo de cero emisiones netas del marco fijado por el Pacto Verde Europeo. Las propuestas incluyen fomentar los productos sostenibles, capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica, revisar los reglamentos sobre construcción y definir una estrategia de fabricación de productos textiles más sostenibles. ³²

En noviembre de 2022, la Comisión Europea propuso nuevas normas comunitarias sobre los envases. Entre ellas se incluyen medidas para mejorar el diseño de los envases con el fin de promover su reutilización y reciclaje, junto con una clara transición hacia plásticos de base biológica, biodegradables y compostables. El Parlamento Europeo también instó a fijar estándares de reciclaje más estrictos y objetivos vinculantes para 2030 en materia de uso y consumo de materiales, en consonancia con su Estrategia sobre Biodiversidad (véase el capítulo 3).

Debería entender la necesidad de sustituir el sistema económico lineal de «extraer-producir-desechar»; ser capaz de explicar cómo abordar el uso del suelo y la explotación de los recursos puede reducir los residuos; y exponer las oportunidades de inversión en nuevos medios de producción y reciclaje.

Notal al pie

²⁸ Informe del PNUMA sobre el Índice de desperdicio de alimentos 2021 | PNUMA - Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
²⁹ Our World in Data, «Emissions by sector»
³⁰ Accenture, «Waste to Wealth: Creating advantage in a circular economy», 2015.
³¹ Plataforma Europea de Partes Interesadas de la Economía Circular (europa.eu), «Circularity Gap Report»
³² ¿Cómo quiere la UE lograr una economía circular para 2050? | Noticias | Parlamento Europeo (europa.eu)

Todas las empresas repercuten negativamente en la biodiversidad de alguna manera, al igual que todas influyen en el cambio climático en cierta medida a través de sus emisiones. El objetivo de centrarse tanto en la inversión en biodiversidad como en inversiones sostenibles en general es reducir dichas repercusiones, pero hay que aceptar que no existe ninguna panacea con la que se eviten todos los efectos negativos.

Por ello, la inversión en biodiversidad se ha centrado en identificar las empresas que están a la vanguardia de la transición hacia una economía más respetuosa con la naturaleza. A continuación se enumeran algunas de las principales empresas que están tratando de reducir su impacto y facilitar esta transición a través de sus actividades corporativas, productos y servicios.

Hacer que los sistemas de producción de las empresas sean más sostenibles es esencial para reducir el impacto negativo en la biodiversidad y avanzar hacia una economía circular. El gigante de la alimentación Nestlé lleva 10 años realizando evaluaciones del ciclo de vida (ECV) para analizar el efecto medioambiental de sus principales categorías de productos y aplicar los cambios necesarios. ³³

Para ello, Nestlé utiliza la herramienta de ecodiseño para el desarrollo y la introducción de productos sostenibles Ecodex. Esta permite evaluar todo el ciclo de vida de los productos utilizando cinco indicadores medioambientales: el potencial de calentamiento global (emisiones de gases de efecto invernadero); el uso de energía no renovable y minerales; el uso de la tierra; el consumo de agua dulce; y el impacto en la ecosfera.

Como una de las principales productoras de alimentos y bebidas, la empresa depende en gran medida de la naturaleza, así que le resulta esencial utilizar dos indicadores de biodiversidad (el uso de la tierra y el impacto en la ecosfera) para evaluar el impacto global de sus procesos extractivos. En sus primeros cuatro años de uso, Nestlé evaluó y abordó los puntos críticos de sostenibilidad de 22 categorías de productos, incluidos 7.000 proyectos y 20.600 escenarios. ³⁴

En un ejemplo práctico, la ECV se utilizó para estudiar la producción de café, que puede tener un gran impacto medioambiental debido al uso de agua y al envasado. El propósito del análisis era mejorar la eficiencia energética de las máquinas cosechadoras, utilizar más energía renovable, ayudar a los caficultores a adoptar prácticas agrícolas más inteligentes respecto al clima y usar más plástico reciclado. Esto permitió reducir la huella de carbono de una taza de su café en un 28% en 2020. ³⁵

La acuicultura puede aliviar la presión sobre los océanos proporcionando alimentos ricos en proteínas en un entorno más sostenible. Leroy es una empresa noruega cuyas principales actividades son la cría de salmón y trucha, la pesca de pescado blanco y la distribución de productos del mar. La empresa usa buques pesqueros y explota piscifactorías a lo largo de la costa noruega, además de gestionar plantas de envasado en los países nórdicos y el sur de Europa. Alrededor del 69% de sus piscifactorías de salmón cuentan con la certificación de Aquaculture Stewardship Council, y la empresa está trabajando para conseguir que el 100% la tengan. ³⁶

El salmón atlántico de piscifactoría es una fuente de alimento eficiente en recursos que tiene un elevado índice de conversión alimenticia, es decir, la cantidad de pienso necesario para producir un kilogramo de la carne que contiene el producto final. En el caso del salmón atlántico de piscifactoría es de entre 1,3 y 1,5 kg, uno de los índices más bajos de toda la producción cárnica en comparación con la carne de pollo, que tiene un índice de entre 1,8 y 2,0 kg; la de cerdo, de entre 2,8 y 5,1 kg; y la de vacuno, de entre 6 y 10 kg.

Gráfico 20: Índices de conversión alimenticia

Fuente: Robeco y ONU

El cambio hacia el consumo de alimentos ecológicos no solo es bueno para la salud, sino que, como hemos visto en el capítulo 5, es un negocio de 350.000 millones de USD que crece a un ritmo del 30% anual. Una de las empresas clave es Sprouts Farmers Market, que gestiona tiendas de comestibles saludables en EE.UU. y es uno de los líderes en la reducción del impacto de los sistemas alimentarios en la biodiversidad. La empresa se centra en los productos de origen sostenible y en reducir el desperdicio de alimentos.

Los productos sostenibles representaron el 44% de las ventas en 2021, y más de la mitad de ellos eran ecológicos. Esto evitó que alrededor de un 60% de residuos acabaran en el vertedero, y se recuperó el 78% de los residuos alimentarios. La empresa tiene previsto abrir otras 30 tiendas en 2023 dado el crecimiento del mercado global de productos ecológicos. Los millenials siguen siendo quienes impulsan dicho mercado, puesto que están dispuestos a pagar más por alimentos saludables y de calidad.

Los consumidores de alimentos ecológicos tienden a ser más jóvenes y a formar unidades familiares con hijos (generación Z), lo que supone una sólida fuente de ingresos para las próximas décadas. Los analistas prevén que esta próxima generación de consumidores mostrará «comportamientos con conciencia ecológica» que seguirán beneficiando no solo a la producción de alimentos ecológicos, sino también a la fabricación de productos como muebles sostenibles y ropa reciclada.

La biotecnología es una poderosa herramienta para que el sistema alimentario sea más eficiente y menos dependiente de los pesticidas. Novozymes investiga, produce y vende enzimas para uso agrícola, alimentario e industrial a través de su red mundial de distribución física y digital. Esta empresa danesa trabaja en tres segmentos principales creando enzimas al servicio de los mercados de la alimentación humana y animal.

Las tecnologías enzimáticas derivan de microbios naturales, como bacterias y hongos, y pueden utilizarse para reemplazar los fertilizantes químicos. Las soluciones de biocontrol microbiano también ofrecen una potente protección contra insectos y enfermedades, lo que las convierte en una solución para abordar el quinto impulsor de pérdida de biodiversidad, las especies invasoras.

Otra empresa que utiliza la biotecnología es la holandesa DSM, que fabrica suplementos dietéticos y productos de nutrición infantil y para mejorar la eficiencia alimentaria. Por ejemplo, su aceite de algas naturales Veramaris es una alternativa al pienso para salmones que evita la necesidad de capturar 60 toneladas de peces salvajes simplemente para alimentar a otros peces. DSM también fabrica un conjunto de soluciones alternativas a la carne que pueden realzar el sabor de las proteínas vegetales y reproducir las texturas carnosas de las alternativas vegetales.

Gráfico 21: Soluciones biotecnológicas para la industria alimentaria

Fuente: DSM y Robeco

Hay que reducir las emisiones para hacer frente tanto al cambio climático como a sus efectos sobre la biodiversidad. Es bastante fácil medir las emisiones de alcance 1, ya que son las que una empresa produce directamente, o las de alcance 2, derivadas de la energía que se usa para crear productos. Sin embargo, es mucho más difícil medir las emisiones de alcance 3, que se generan a lo largo de toda la cadena de valor, desde la obtención original de materias primas (actividades anteriores a la producción o upstream) hasta el uso del producto durante toda su vida útil por parte del consumidor (actividades posteriores a la producción o downstream).
 
Gráfico 22: Emisiones de alcance 1, 2 y 3

Fuente: Robeco

Dicha medición es un problema que reviste especial importancia para Unilever, uno de los mayores productores mundiales de artículos para el hogar, alimentos y bebidas. Sus emisiones upstream de alcance 3 proceden en gran parte del cultivo y abastecimiento de ingredientes y materias primas. Las emisiones downstream proceden sobre todo del uso final de los productos (como poner a hervir el agua de una taza de té), del transporte de los productos hacia y desde los supermercados, y, por último, de los residuos generados al final de la vida útil del producto.

En 2010, Unilever comenzó a estimar las emisiones upstream y downstream usando fuentes internas y externas. La empresa tomó una muestra representativa de 3.000 productos de 14 países y 12 segmentos que representaban entre el 60% y el 70% del volumen de ventas. Se calcularon las emisiones de cada una de las nueve fases del ciclo de vida de cada producto, desde la producción y obtención de los ingredientes y el envasado hasta el uso por parte del consumidor.

A continuación, la muestra de emisiones se escaló al nivel del país y, en última instancia, al nivel global de la empresa. Unilever quería utilizar los resultados para identificar las áreas de altas emisiones que debían abordarse mejorando el abastecimiento, el uso de la tecnología, el diseño de los envases o la adopción de otros medios para reducir las emisiones.

Sin embargo, las dificultades que planteaba la obtención de datos precisos de tantos productos con tantas incógnitas resultaron ser demasiado grandes, y Unilever quitó las emisiones de alcance 3 de sus objetivos de 2020, aunque sigue intentando recopilar datos en relación con ellas. Una de las principales fuentes de las emisiones de alcance 3 son las duchas y los baños en los que los clientes usan los productos de Unilever, y no hay forma de medirlas con exactitud.

El aceite de palma es uno de nuestros bienes de consumo más esenciales: casi la mitad de los productos del supermercado lo contienen, desde el chocolate y otros comestibles hasta los detergentes y la pasta de dientes. Sin embargo, su producción presenta muchos problemas de sostenibilidad, el principal de los cuales es la deforestación que se produce al despejar la selva virgen para plantar palmeras nuevas. Además, la industria se enfrenta a otros problemas relacionados con las cuestiones ASG, como condiciones laborales deficientes y altos niveles de emisiones de carbono. Es ahí donde el engagement puede marcar la diferencia. ³⁷

En 2019, Robeco intensificó sus iniciativas de engagement relativas al aceite de palma, exigiendo a todas las empresas participadas que se hicieran miembros de la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO), que al menos el 20% de sus plantaciones ya tuvieran la certificación de este organismo comercial y que contaran con una hoja de ruta clara para alcanzar el 100%. En 2022, el umbral para la certificación de la RSPO se elevó al 50% y se pasó a exigir una hoja de ruta para que el 80% contara con la certificación a finales de 2024. Los que no cumplen dicha norma se enfrentan a la exclusión.

También se ha interactuado con gobiernos para evitar la deforestación en Brasil e Indonesia, colaborando colectivamente en el marco del Investor Policy Dialogue on Deforestation (IPDD) para poner de relieve las carencias en materia de políticas. En 2020 se celebraron conversaciones con el gobierno brasileño para detener la destrucción de la selva amazónica, y en 2022, conversaciones con Indonesia parcialmente relacionadas con el aceite de palma.
Aunque el engagement se suele establecer con las empresas, como propietarias de bonos soberanos, las gestoras de activos también pueden adoptar este enfoque con los gobiernos. Los que no respondan eficazmente también corren el riesgo de ser excluidos de las carteras de bonos. Por otra parte, necesitamos reglamentos claros y condiciones equitativas para facilitar la transición de la deforestación a la reforestación.

Debería comprender cómo las empresas utilizan herramientas ecológicas para reducir su impacto; ver por qué la biotecnología ofrece alternativas a la pesca y los plaguicidas; y ser capaz de explicar cómo usar los datos para trazar las emisiones y el engagement para frenar la deforestación.

Notas al pie

³³
https://www.nestle.com/sites/default/files/2020-01/nestle-answers-cdp-climate-2019.pdf
³⁴
https://www.adm-global.org/productionsupporttools/Ecodesign_EcodEX.html
³⁵
https://nestle-nespresso.com/news/Life-Cycle-Analysis-Reducing-our-footprint
³⁶
https://www.leroyseafood.com/en/sustainability/sustainability-library-2022/certifications-and-licenses/#anchor-section-certifications-farming
³⁷ Nuestro enfoque para la inversión sostenible en aceite de palma (robeco.com)

1. La biodiversidad es el conjunto de seres vivos que habitan la Tierra. Los cinco impulsores de la pérdida de biodiversidad son el uso de la tierra y del mar; el cambio climático; la contaminación; la explotación de recursos y las especies invasoras. Es necesario «doblegar la curva» para detener e invertir esta pérdida.
   
   

2. La mitad de la producción económica mundial depende en gran medida de la naturaleza, con lo que este es un problema de vital importancia para los inversores. Las evaluaciones de mapas de calor pueden identificar los activos bajo gestión más vulnerables. Aparte de los riesgos, este tema también supone una oportunidad por valor de 10 billones de USD en inversiones en aquellas empresas que ofrecen soluciones.
   
   

3. El principal reglamento a nivel mundial es el Marco de Kunming-Montreal, con el que se pretende detener la pérdida de naturaleza para 2030. La UE centra sus esfuerzos en una Estrategia sobre Biodiversidad y en el Pacto Verde Europeo, de carácter más general. Los bancos centrales, los organismos reguladores y los supervisores financieros tienen un papel que desempeñar en el establecimiento de marcos legislativos.
   
   

4. Los inversores recurren a colaboraciones para reunir recursos, y se servirán del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con la Naturaleza para cuantificar sus esfuerzos a partir de 2023. Se están implementando iniciativas de inversores mediante el Compromiso Financiero por la Biodiversidad y se está realizando engagement mediante Nature Action 100.
   
   

5. Están apareciendo soluciones de inversión centradas en la transición de sectores que influyen en los cinco impulsores, como mediante un uso más eficiente de la tierra, y en la gestión del cambio climático mediante la inversión de más capital en energías renovables. Hay diversos sectores que plantean abundantes oportunidades, desde el de alimentación ecológica y silvicultura hasta el de biotecnología.
   
   

6. Sin embargo, siguen existiendo muchos retos. Los inversores se enfrentan a un dilema de datos al tratar de medir sus impactos, mientras que las carencias en materia de análisis, calificaciones de biodiversidad y conocimientos internos dificultan las iniciativas. También existen macroproblemas relacionados con los incentivos, la concesión deficiente de subvenciones y la falta de voluntad política.
   
   

7. La economía circular es una de las respuestas, ya que tiene efectos positivos en la naturaleza por definición. No cabe duda de que puede desempeñar una importante función a la hora de abordar impulsores como el despilfarro de recursos, sustituyendo al sistema lineal basado en «extraer, producir, desechar». El desarrollo de nuevos medios de producción y reciclaje es un mercado que asciende a 4,5 billones de USD.
   
   

8. Por último, contamos con casos prácticos para demostrar que la inversión en biodiversidad ya está funcionando. Algunas empresas de gran envergadura utilizan herramientas ecológicas para reducir su impacto, y la biotecnología ofrece alternativas a los pesticidas. Los sistemas de datos pueden trazar las emisiones, y el engagement ayuda a detener la deforestación.

Si ya tiene claros todos estos puntos, puede realizar el examen.