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08-03-2022 · Perspectiva mensual

La escalada de los precios del petróleo aumenta el riesgo de recesión

Los precios del crudo se disparan tras la invasión rusa de Ucrania, pero su efecto no es tan pronunciado.

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  • Peter van der Welle - Strategist Sustainable Multi Asset Solutions

    Peter van der Welle

    Strategist Sustainable Multi Asset Solutions

Es probable que los mercados y consumidores adopten una postura de ‘ya hemos visto esto antes’, y hay tres motivos para mantener el optimismo de que el crecimiento no se verá gravemente afectado, explica el estratega Peter van der Welle.

“El mercado de petróleo ya estaba ajustado antes de la invasión rusa de Ucrania el 22 de febrero”, señala. “El precio del petróleo supera ahora los 110 dólares por barril, con fuertes reminiscencias de anteriores shocks petrolíferos. Antes de la gran crisis financiera de 2008, los precios del crudo llegaron a 140 dólares/barril”.

“Como el lado de la oferta es relativamente inelástico a corto plazo, sobre todo en los tiempos presentes de transición hacia una economía más verde, parece que la disminución de los precios debe venir del ajuste de la demanda. La posibilidad de una próxima reducción de la demanda ya ha suscitado temores sobre el crecimiento”.

“Cada vez hay más preocupación de que el actual repunte del petróleo pueda desencadenar una recesión a corto plazo. Aunque unos precios reales del petróleo más elevados aumentan el riesgo de recesión, hay varios motivos para ser más optimista sobre una recesión a corto plazo provocada por una posible subida adicional de los precios del petróleo”.

Motivos para el optimismo

Van der Welle afirma que la combinación de menor dependencia mundial del petróleo, mayor riqueza de las familias gracias a la reducción del gasto durante el Covid-19 y la correlación que la inflación del petróleo tiene con el conjunto de la economía significa que es poco probable una ralentización grave.

“Lo primero que hay que destacar es que la intensidad energética de la producción de petróleo lleva décadas reduciéndose, así como el consumo de energía como porcentaje del PIB”, comenta. “Por tanto, la vulnerabilidad de la economía mundial a un shock del petróleo se ha reducido”.

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La intensidad energética medida como porcentaje del PIB se ha reducido durante décadas. Fuente: Refinitiv, Datastream

“En segundo lugar, además de la vulnerabilidad a un shock, también hay que tener en cuenta la capacidad de resistencia frente al mismo. Si nos fijamos en el consumo cíclico de energía como porcentaje de la renta familiar disponible en EE.UU., vemos que en la actualidad apenas se está produciendo una caída en la demanda agregada, lo que indica que por el momento las familias pueden absorber los mayores precios del petróleo”.

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El apalancamiento estadounidense es reducido

“Los precios del petróleo solo parecen hacer máximos en el ‘máximo de racionamiento’: el punto del ciclo en el que los consumidores se ven obligados a reducir su gasto energético porque los elevados precios empiezan a hacer mella. El gasto energético actual está ligeramente por encima de su tendencia a largo plazo”.

“Por tanto, las familias parecen tener algún margen de maniobra para soportar precios del petróleo incluso más altos, ya que el apalancamiento de los hogares estadounidenses se redujo un 40% la última década, mientras que la capacidad de la deuda de éstos es elevada”.

“Eso permite que se destine un mayor porcentaje de la renta familiar a gasto energético que, de otro modo, se hubiese utilizado para el pago de deuda e intereses. En la actualidad, solo el 9% de la renta familiar está destinada a pagar intereses, frente a un máximo cíclico de alrededor del 14%. Ello podría hacer que, en comparación con los promedios históricos, las familias estadounidenses estén un poco menos expuestas a los mayores precios del crudo”.

Relación con el PIB

Después está la cuestión de la correlación positiva (no negativa) inicial de la subida del petróleo con la economía real, prosigue Van der Welle.

“Si nos fijamos en la relación entre los precios interanuales del petróleo y el crecimiento, inicialmente el PIB responde positivamente a unos mayores precios del crudo hasta un plazo de nueve meses, para después revertir su impacto en un horizonte de entre 9 y 24 meses”, afirma. “Como siempre en la economía, hay desfases temporales largos y variables, y el presente caso no es una excepción”.

La inversión de la curva de tipos de EEUU, una de las señales clásicas que aventuran una recesión, continúa ausente. La inversión de la curva de tipos se produce cuando es más barato comprar bonos a largo plazo (como a 10 años) que a corto plazo (p. ej., dos años). Esta circunstancia ha acompañado a la mayoría de las recesiones desde la II Guerra Mundial.