07-10-2022 · Perspectiva mensual

No pierda de vista a los chips and ships (microprocesadores y buques)

Los inversores que busquen empresas que puedan sobrevivir a una recesión deberían plantearse la opción de “microprocesadores y buques” para navegar en aguas turbulentas.

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  • Arnout van Rijn - Portfolio Manager

    Arnout van Rijn

    Portfolio Manager

Los sectores de semiconductores y transporte marítimo constituyen sendos ejemplos de industrias cíclicas que podrían convertirse en oportunidades de inversión en una recesión, según Arnout van Rijn, inversor en multiactivos.

En los últimos meses, una inflación disparada y unos indicadores económicos que apuntan a una inminente recesión han espantado a los inversores. La renta variable ha salido muy mal parada, mientras que la deuda pública también ha retrocedido ante la subida de los tipos de interés.

Para los inversores multiactivo, puede ser difícil saber dónde colocar su dinero cuando estas dos importantes clases de activo caen al unísono. Cabe preguntarse por tanto si existe algún refugio seguro.

“Al principio, cuando todavía se hablaba de una inflación transitoria, aparecieron perturbaciones de cadena de suministro en muchos ámbitos de la economía, pero tuvieron una especial incidencia en los sectores de semiconductores y transporte marítimo”, explica Van Rijn, gestor de cartera del equipo de soluciones multiactivo sostenibles de Robeco.

“Los mercados se habían consolidado en ambos casos, el número de competidores se había reducido y la disciplina de suministros se había convertido en habitual. Cuando el Covid estalló y los bancos centrales decidieron imprimir toneladas de dinero, la demanda de bienes y dispositivos repuntó con inusitada rapidez. Los precios se dispararon y los plazos de fabricación prolongados se convirtieron en habituales”.

Se avecinan buenas noticias

“Ahora que todo el mundo habla sobre la persistencia de la inflación y una posible espiral de precios y salarios, estos sectores cíclicos tempranos están deparando buenas noticias”.

En opinión del experto, los precios de los semiconductores empezaron a caer hace un año y su caída se ha acelerado recientemente, algo que en el pasado ha servido de indicador anticipado de una recesión. “El tono de los fabricantes de microprocesadores ha cambiado radicalmente, ya que registran un aumento de las existencias, sin tener visibilidad de la demanda,” afirma Van Rijn.

“Los suministros mantuvieron la disciplina, pero eso ya era de sobra conocido, por lo que muchos clientes duplicaron sus pedidos incluso en mayor medida que en ciclos anteriores. Lo que parecía que solo sería una suave recesión se está convirtiendo ahora en el típico ‘ciclo del cerdo’. Los precios de los microprocesadores NAND son inferiores al nivel pre-Covid, y los precios DRAM han vuelto a sus registros de finales de 2019”.

Esta vez es diferente

Por tanto, ¿qué hace que los microprocesadores sean ahora una buena apuesta? “Lo que en este ciclo será diferente es que la rentabilidad corporativa y los márgenes operativos pueden mantenerse mucho más altos”, según Van Rijn. “En un sector acostumbrado a la deflación, unos precios planos unidos a un crecimiento de la demanda anual del 15%-20% y un aumento de la productividad supone una combinación poderosa para los accionistas”.

“Las estimaciones de beneficios futuros ya se han rebajado a la mitad o incluso más. Sin embargo, en esta ocasión no asistiremos a pérdidas en el sector. Los múltiplos contables de las ‘big three’ (Samsung, Hynix y Micron) están próximos a mínimos históricos, mientras que el sector es ahora mucho más próspero”.

“Si mediante la interacción podemos convencer a las empresas de que mejoren su ejecutoria y ‘compartan la riqueza’ – lo que no es fácil, sobre todo en Corea del Sur – el actual debería ser un buen momento para plantearse inversiones en este sector cíclico en la antesala de una recesión”.

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Acciones frente a bonos

¿Qué implica todo esto para un inversor multiactivo, para el que la clave reside en la asignación de activos? El aumento del precio de las acciones depende en última instancia del crecimiento de los beneficios empresariales, lo que las hace una mejor opción que los bonos, que son más sensibles a la inflación y a los tipos de interés, explica Van Rijn.

“La destrucción de la demanda llevará a unos precios más bajos, pero gracias a la disciplina de inversión en bienes de equipo falta mucho para que volvamos a la deflación”, afirma. “Por tanto, en la próxima recesión la rentabilidad empresarial aguantará relativamente bien”.

“Los compradores de bienes van a experimentar cierto alivio. En muchos casos, el envío de productos de China a Occidente había alcanzado un coste prohibitivo, y conseguir los microprocesadores con los que funciona un coche eléctrico se había hecho prácticamente imposible. Las cadenas de suministro se están normalizando definitivamente”.

“Por tanto, quienes siguen teniendo dinero pueden volver a comprar lo que quieren. La inflación de bienes va a reducirse rápidamente los próximos meses, aunque la época de deflación de bienes no va a volver. Teniendo en cuenta las perspectivas de buques y microprocesadores, las acciones deberían seguir ofreciendo una mejor protección que los bonos”.

Flujo y reflujo

En el sector del transporte marítimo puede encontrarse un ejemplo similar de precios a la baja con solidez de los beneficios, literalmente a la estela del flujo y reflujo del comercio internacional.

“En el sector del transporte marítimo hemos visto una caída de los precios igualmente espectacular, en este caso en los contenedores”, comenta Van Rijn. “Los fletes de China a Europa tocaron máximos en 15.000 USD para un contenedor de 40ft, y se han reducido ahora hasta alrededor de 6.000 USD, precio que sigue siendo mucho más alto que los niveles inferiores a 2.000 USD registrados antes del Covid”.

“Los precios de las principales navieras cotizadas se sitúan todavía muy por encima de sus niveles de 2019. En este sector los inversores obtienen rentabilidades por dividendo que fácilmente llegan al doble dígito. Los beneficios de las navieras solían desaparecer en los ciclos bajistas, pero ahora van a seguir siendo rentables, con flujos libres de caja elevados”.