Inversión sobre el clima

El reto

No es fácil enfrentarse al cambio climático, ya que conlleva darle la vuelta al statu quo, inventar nuevas tecnologías y reducir la emisiones que provocan el calentamiento global. En resumen, entraña colaborar juntos por un mismo objetivo vital.

53%

de los inversores europeos consideran que la falta de datos es el mayor obstáculo para implementar la descarbonización.

45%

de los inversores asiáticos consideran que la escasez de estrategias y productos adecuados es el principal obstáculo.

45%

de los inversores norteamericanos apuntan a la falta de especialización a nivel interno y a la escasa demanda de los inversores finales.

Los inversores se enfrentan a numerosos obstáculos para ejecutar la descarbonización

Los inversores se enfrentan a numerosos obstáculos para ejecutar la descarbonización

Descarbonización
Seis de cada 10 inversores de todo el mundo (61%) identifican la falta de datos, información y ratings como el obstáculo principal para llevar a cabo la descarbonización de las carteras de inversión: eso supone una subida considerable frente al 44% del año pasado.
A ello le siguen la escasez de estrategias/productos de inversión adecuados (41% vs 38% en 2021) y la falta de especialización a nivel interno (36% vs 34% en 2021).

Biodiversidad
Por lo que se refiere a la biodiversidad, los inversores también indican problemas similares: el 50% menciona la falta de datos y el 43% la escasez de estrategias/productos.
En este ámbito se señala la existencia de un problema distinto, el 46% de los inversores mundiales apunta a la falta de demanda de los inversores finales.

La inversión climática no es solo la próxima gran oportunidad

Lucian Peppelenbos (Estratega climático) y Carola van Lamoen (Responsable de Inversión Sostenible) analizan el cambio climático y la inversión climática desde todos los ángulos. Escuche el trailer o el podcast completo de 25 minutos.

El dilema de los datos

Contener el calentamiento global significa reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, así de simple. Sin embargo, los inversores se enfrentan al reto de obtener los datos necesarios para seguir tanto el nivel de las emisiones que provocan el calentamiento global como el ritmo de su reducción.

El dilema de los datos

La asignación de precios al carbono no tiene envergadura suficiente para surtir efectos

La asignación de precios al carbono suele considerarse como solución para reducir las emisiones, ya que supone un coste directo sobre los mayores emisores. Sin embargo, dista mucho de adoptarse a la escala global necesaria para surtir efectos; además, los precios del carbono actuales son en exceso reducidos.

La asignación de precios al carbono no tiene envergadura suficiente para surtir efectos

Las salvedades, retos y consideraciones de descarbonizar carteras de inversión

El cambio climático es el problema, las emisiones cero netas son el objetivo, y la descarbonización es el medio a utilizar. Pero, ¿hay obstáculos que bloqueen el camino? Masja Zandbergen, Responsable de Integración de Sostenibilidad de Robeco explica las salvedades y retos que pueden hacer que los inversores tropiecen en su intento por descarbonizar carteras y contribuir a la transición a las cero emisiones netas.

¿Qué significa exactamente descarbonizar una cartera?

“Dicho en pocas palabras, consiste en reducir la intensidad de carbono de la cartera con la inclusión de empresas con emisiones bajas o que han asumido compromisos creíbles de reducción de emisiones. Al igual que con el rendimiento financiero de la cartera, los avances en este ámbito exigen una medición continuada frente a un punto de referencia.

En otro caso, el dato de las emisiones declaradas tiene escaso valor. Esa referencia puede ser el mercado global, como el desempeño en emisiones de un índice global, o un estándar interno, como un momento determinado a partir del cual se miden los avances anuales de la cartera. El volumen de emisiones es irrelevante; lo que importa es empezar a medir.”

¿No sería más fácil limitarse a desinvertir de los mayores emisores?

“Lo sería si los datos declarados por las empresas fueran completos, pero estos datos no incluyen la mayoría de las emisiones generadas, por lo que infravaloran la envergadura auténtica de las emisiones. En la actualidad, las emisiones que las empresas declaran y los inversores miden corresponden a los procesos de producción (Alcance 1) y a la electricidad utilizada en tales procesos (Alcance 2). Pero no incluyen las emisiones generadas por los consumidores de un producto en el resto de la cadena de suministro. Aunque los productores de petróleo y gas tienen una elevada huella de carbono en la fase de producción, no supone más que el 20% de las emisiones totales. El 80% restante se genera por la combustión del petróleo de los clientes (Alcance 3).”

“Las empresas de petróleo y gas no son las únicas; las emisiones de alcance 3 están subestimadas en el conjunto de la economía. Por ejemplo, muchas empresas de alimentación tiene unas huellas operativas relativamente reducidas en la fase de producción, pero considerables emisiones no contabilizadas en conceptos como deforestación o fertilizantes en otras fases de sus cadenas de suministro. Todavía no se calculan, divulgan públicamente o tienen en cuenta por los inversores unos datos de cadena de suministro integrales (véase Figura 1).”

¿Cómo afecta esto a los intentos de los inversores de descarbonizar sus carteras?

“Puede ocasionar que las emisiones de algunas empresas o sectores se infravaloren o sobrevaloren. Paradójicamente, muchos proveedores de soluciones ‘verdes y limpias’ tienen unas emisiones de carbono elevadas si solo se tiene en cuenta las emisiones retrospectivas. Por ejemplo, los operadores de turbinas eléctricas, los fabricantes de vehículos eléctricos o los productores de hidrógeno constituyen tecnologías limpias, pero sus beneficios de reducción de carbono se producen con posterioridad en la cadena de suministro, en la fase de uso por los consumidores.

Sus emisiones de Alcance 1 y 2 pueden ser no obstante elevadas, dado que muchos utilizan acero en sus componentes o electricidad procedente de una red regional con muchas emisiones. Eso significa que su potencial de descarbonización no se recoge plenamente en las carteras. Para combatir este efecto hace falta capacidad de predicción.”

¿Cómo aborda Robeco este dilema?

“Nuestras estrategias de descarbonización más avanzadas tienen en cuenta las emisiones de Alcance 3. En otras estrategias utilizamos técnicas de estimación propias y modelos de terceros, para derivar la estimación de emisiones futuras de mejor escenario posible. Ello conlleva calcular las trayectorias de transición a cero emisiones netas de los distintos sectores en base a las tecnologías disponibles o existentes a corto plazo. Además de las emisiones de Alcance 3 incorporamos otros datos prospectivos que sirven para predecir el grado de preparación climática de las empresas y su desempeño futuro ajustado al clima. ¿Qué empresas cuentan con planes estratégicos que incentivan la adopción de tecnologías y modelos de negocio bajos en carbono?

¿Cómo se beneficiarán de la transición a las cero emisiones netas? ¿Cuáles tienen suficiente músculo financiero para acometer las inversiones de capital necesarias para dicha transición?”

“El objetivo último consiste en asegurar que las carteras de los clientes están a prueba del clima, reduciendo su exposición al riesgo de carbono y garantizando que están climáticamente preparadas. Esta responsabilidad es mucho más compleja que comparar una cartera frente a un índice de referencia en términos de reducción de emisiones, e implica muchas consideraciones.”

¿En qué se diferencia la descarbonización de una cartera de la integración ASG?

“La integración ASG aporta una mayor información sobre una gama más amplia de factores de riesgo; sociales, económicos, de gobernanza y ambientales. Combinado con el análisis financiero, ello permite evaluar con mayor precisión los riesgos futuros, evaluar el rendimiento financiero y tomar decisiones de inversión mejor fundamentadas.”

“Por otra parte, la descarbonización se suele realizar para reducir riesgos climáticos y combatir el cambio climático. La decisión de un inversor de descarbonizar su cartera no siempre se basa en objetivos puramente financieros. El motivo es a menudo su interés por invertir en empresas que tengan un impacto positivo, al no contribuir al cambio climático o al daño medioambiental.”

¿Cómo encaja la descarbonización de una cartera en el contexto global de descarbonizar la economía?

“La economía crece donde afluye el capital, por lo que canalizar fondos hacia empresas con una dinámica de reducción de carbono sólida, en detrimento de las rezagadas, acelera la transición hacia una economía global libre de carbono. No obstante, vender los valores de una empresa con elevadas emisiones de carbono no tiene un impacto inmediato en la economía real. El impacto en el mundo real exige que un gran número de inversores manifiesten su protesta negándose a poseer valores de las empresas más contaminantes. En última instancia, ello aumentará sus costes de financiación y acelerará el cambio.”

“Sin embargo, hay que introducir algunas salvedades al respecto. En primer lugar, denegarles financiación perjudicará a muchas empresas que desean hacer la transición pero necesitan capital para ello. Además, algunas de las más contaminantes generan tanto efectivo que no necesitan más capital. Los boicots financieros tienen escaso efecto en ese caso. Pero incluso a las empresas con mucha tesorería les preocupa su reputación, por lo que los inversores mandan un potente mensaje de alerta a la dirección de la empresa si posicionan sus carteras en detrimento de ella.”

¿Qué otras herramientas pueden utilizar los inversores para acelerar la transición global?

“Como herramientas para ejercer su influencia sobre los gestores de una empresa, los inversores también tienen que utilizar la interacción activa y el voto. Las emisiones de carbono están repartidas por toda la economía y exigen importantes cambios estructurales, por lo que la interacción debe efectuarse no solo a nivel de empresas, sino también de países.

Robeco ha empezado recientemente a interactuar con líderes nacionales para ayudarles a comprender el efecto agregado que unas políticas de carbono contradictorias tienen a nivel nacional. Es contraproducente obligar a algunas empresas a descarbonizarse al tiempo que se permite que otras talen bosques o se ofrecen subsidios proteccionistas a grandes contaminantes de carbono. Asimismo, los líderes nacionales tienen que comprender que las políticas nacionales de descarbonización afectarán a su capacidad de atraer empresas globales, inversión extranjera y financiación mediante bonos soberanos.”

El auténtico desafío consiste en asegurar que todos avanzamos en la dirección correcta

Ponerse de acuerdo sobre cómo actuar supone uno de los mayores desafíos a la hora de abordar el cambio climático. Para tener impacto en el mundo real es fundamental reconocer que todos tenemos un papel que desempeñar y acordar una actuación colectiva. Lucian Peppelenbos, estratega sobre el clima de Robeco, aduce que la inversión de capital es totalmente fundamental al respecto, pero que hay que guiar a la economía real con los incentivos adecuados para que la financiación también se movilice.

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Los datos recabados en la encuesta demuestran que a la biodiversidad cobra importancia entre los inversores

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