Más consumo también significa más residuos en el aire, en la tierra y en el mar. El ciclo de producción ‘extraer-producir-desechar' es responsable de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero y genera 100.000 millones de toneladas de materiales residuales, de los que menos de la mitad son reciclados.
Nuestra sociedad consume excesivos recursos y perjudica al planeta, aumentando una gravosa deuda medioambiental. Si no hay cambios, para 2050 necesitaremos el equivalente a tres planetas para mantener nuestro estilo de vida actual. Las soluciones circulares suponen una manera sostenible de seguir adelante. En contraste con los procesos de producción tradicionales, las empresas circulares prestan mucha atención al diseño, fabricación, distribución, consumo y eliminación de sus productos, para minimizar la utilización de recursos y los residuos durante el ciclo de vida de los productos.
Ello puede suponer el uso de la simulación de software en la fase de diseño de un producto para experimentar con materiales que consuman menos recursos, o sistemas de construcción modular que puedan desmontarse, renovarse o reutilizarse fácilmente, en lugar de ser completamente desechados.
También significa compartir recursos entre varios usuarios mediante servicios de suscripción. En los sectores de transporte, viaje y turismo existen ejemplos muy conocidos, pero las plataformas para compartir surgen en ámbitos inesperados, desde equipos agrícolas pesados a maquinaria industrial, pasando por el alquiler de laboratorios para I+D y ensayos clínicos.
Los modelos y aplicaciones de negocio basados en soluciones circulares son prácticamente ilimitados, y se encuentran en industrias y sectores de todo el mundo.
Estamos acostumbrados a consumir recursos para fabricar productos y expandir la economía. La economía circular constituye un modelo económico diferente. Desvincula el crecimiento económico de la utilización de recursos primarios, descubriendo nuevas formas de aumentar la duración de los productos existentes y aprovechar su valor.
La economía circular es una necesidad. Una oportunidad para beneficiarse de la transición hacia un crecimiento más sostenible.