22-12-2022 · SI Dilemmas

Los dilemas de la IS: ¿Ser ASG o no ser ASG? La carga de la prueba va en aumento

Hace muchos años que me dedico a la inversión responsable y sostenible y, a menudo, me formulan preguntas críticas. Sobre los resultados de la inversión sostenible; sobre nuestro impacto (o la ausencia de él) como encargados de distribuir el capital; y sobre si somos o no capaces, como titulares de activos, de lograr ciertos resultados.

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  • Masja Zandbergen-Albers - Head of Sustainability Integration

    Masja Zandbergen-Albers

    Head of Sustainability Integration

Y, ante todas estas preguntas aparentemente sencillas, las respuestas son mucho más complicadas de lo que espera la mayoría de la gente. Afortunadamente, a lo largo de los años he visto cómo aumentaban los conocimientos y la experiencia sobre las diferentes formas y herramientas utilizadas para aplicar la sostenibilidad. Ahora, muchos clientes son conscientes de lo que pueden hacer, ya sea un cribado negativo, integración ASG, carteras de cero emisiones netas o la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. También conocen el impacto de la adopción de criterios ASG sobre sus previsiones de rentabilidad ajustada al riesgo, o hacen que sus gestores lo calculen.

Sin embargo, ya no basta con entender y ser capaz de responder a estas preguntas. Para los inversores sostenibles, la carga de la prueba está aumentando rápidamente. Se trata de algo bastante molesto, ya que se requiere una gran inversión para aumentar la transparencia y, en especial, para cumplir los requisitos del Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles de la UE (SFDR).

Mejorar la divulgación

Con este objetivo, hemos mejorado nuestras políticas actuales en materia de sostenibilidad, exclusión y políticas de conducta, incorporando una prueba de buen gobierno corporativo, una política de riesgo de sostenibilidad y una declaración de Principales Incidencias Adversas (PIA), junto con una serie de documentos en los que se describen nuestras metodologías de análisis de sostenibilidad y nuestro enfoque de datos. Hemos añadido a los folletos de todos nuestros fondos y a la página web de Robeco información muy detallada sobre nuestro enfoque en materia de sostenibilidad. Llevar a cabo esta implantación ha requerido grandes dosis de esfuerzo y, además, esta información también necesita actualizarse y mantenerse con regularidad.

¡Y ni siquiera he hablado de todos los sellos locales de sostenibilidad que nuestros clientes nos piden que tengamos, todos con sus propios requisitos! Lo mismo sucede con nuestro compromiso de cero emisiones netas, que es más voluntario pero, si nos adherimos a algo, nos proponemos conseguirlo. De nuevo, trazar una hoja de ruta hacia cero emisiones netas requiere bastante esfuerzo, asegurándonos de que nuestras mediciones se basen en datos de alta calidad para así poder informar de nuestros progresos cada año.

Centrarse en los resultados

Cada vez se presta más atención a los resultados. Los Principios para la Inversión Responsable (PRI) comenzaron a hacerlo en su última evaluación de inversores institucionales. No solo preguntan por las políticas y procedimientos, sino que también piden información sobre los resultados y la cartera. De igual modo, los indicadores PIA del RDIS nos obligan a informar no solo sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y el porcentaje de combustibles fósiles de las carteras, sino también sobre la brecha salarial de género y la proporción de mujeres y hombres en los Consejos de Administración, entre otros temas. Cabe preguntarse cómo deben los clientes interpretar y comparar esta información, y cabe también plantearse la calidad de los datos. Sin embargo, todo esto está llevando a la inversión sostenible al siguiente nivel, ya que tenemos que mostrar cómo se comportan nuestras carteras de inversión siguiendo ciertos parámetros clave.

Poco a poco vemos que estas novedades están sirviendo para separar el grano de la paja. A veces, esto se debe a que los gestores no comparten la creencia a la hora de invertir de que, tener en cuenta la sostenibilidad conduce, realmente, a tomar decisiones mejor fundamentadas y contribuye a reducir el riesgo o a mejorar los resultados para el mundo.

Condicionamientos políticos

En ocasiones esto está también muy condicionado políticamente, como sucede actualmente en Estados Unidos. La dificultad de cumplir realmente con las promesas de sostenibilidad, así como de explicar claramente a los clientes lo que es la inversión sostenible, hace que ciertos actores del mercado o bien cambien su comportamiento de forma positiva o bien se alejen de la IS.

Un ejemplo de cambio de conducta es el hecho de que algunas de las gestoras estadounidenses que apoyaban al conocido grupo de presión State Financials Officers Foundation, contrario a la corriente ASG, no están renovando su suscripción.1 Por otro lado, un ejemplo de quienes se alejan de la IS es la salida de Vanguard de la Net Zero Asset Managers Initiative. Afirma que el compromiso de colaboración de la alianza para luchar contra el cambio climático había generado “confusión sobre las opiniones de las distintas entidades de inversión.”2

Se han adoptado medidas sencillas

Ser ASG o no ser ASG, esa es la gran cuestión en estos días. Se han adoptado medidas sencillas, pero ahora que se está poniendo más énfasis en el ‘greenwashing’ y los resultados reales y que la densidad de información que se ha de divulgar va en aumento, muchas gestoras están replanteándose sus posturas. En Robeco, nos mantenemos fieles a nuestro compromiso con los criterios ASG, el buen gobierno de las empresas y la inversión sostenible. Nuestra perspectiva es a largo plazo.

Sin embargo, nos gustaría que la carga de la prueba se extendiera a todo el mercado. Un buen ejemplo es el fondo de inversión VICE. Aunque con un planteamiento contrario al de la inversión sostenible, se trata también de una estrategia de inversión basada en valores. Entonces, ¿qué hay de sus resultados? Según las cifras que aparecen en la página web del Fondo, ¡se les podrían plantear preguntas igualmente críticas!