23-07-2020 · Visión

El streaming es el futuro de los medios audiovisuales

La digitalización del consumo es una de las tendencias en las que se centra nuestra estrategia Global Consumer Trends. Y continúa transformando profundamente el sector de los medios audiovisuales y del entretenimiento. Entre los ganadores estructurales de esta tendencia se encuentran las plataformas de streaming. No solo han tenido un gran éxito en los últimos años, sino que sus perspectivas siguen siendo excelentes a pesar de las terribles consecuencias económicas de la crisis del Covid-19. Pero no hay que olvidar una cosa: el éxito comercial a menudo conlleva un gran coste, ya que es necesario producir contenidos exclusivos.

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  • Jack Neele - Portfolio Manager

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  • Richard Speetjens - Portfolio Manager

    Richard Speetjens

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A pesar de que su crecimiento en los últimos años ha sido estelar, se espera que el auge del streaming continúe en los próximos años, principalmente debido al aumento de la demanda mundial de contenidos de vídeo. Según Digital TV Research, los ingresos globales por series de televisión y películas online podrían duplicarse entre 2019 y 2025, pasando de 83 a 167 mil millones de USD.1 Solo este año, el aumento será cercano a los 16.000 millones de USD.

El conjunto del mercado de televisión online se compone de varios segmentos. El principal es el de vídeo a la carta por suscripción (SVOD, por sus siglas en inglés), que ofrecen empresas como Netflix, Disney+ o Amazon Prime Video. Digital TV Research prevé que los ingresos globales por SVOD se dupliquen en los próximos años, incrementándose en unos 50.000 millones de USD entre 2019 y 2025, hasta un total de 98.000 millones de USD.

El mercado de streaming, también llamado “mercado OTT” (Over-The-Top), engloba todos los tipos de servicios mediáticos y de contenido que se ofrecen a los clientes directamente online, al margen de las cadenas y plataformas tradicionales de televisión, cable y satélite. Así pues, no solo comprende estos servicios de SVOD, cada vez más populares, sino también servicios de música en streaming y videojuegos.

Uno de los factores más decisivos para el crecimiento de la demanda de servicios OTT es la comodidad. Los clientes pueden darse de alta y de baja fácilmente, a través de Internet, y el contenido está disponible de forma permanente. Los abonados pueden ver cualquier contenido, dónde y cuándo quieran, y utilizando el dispositivo que deseen. Esta ventaja resulta cada vez más importante para los clientes, en especial para los más jóvenes.

Otro factor decisivo para la demanda, sobre todo en el caso de los servicios SVOD, es el coste. Los proveedores de OTT cobran a sus clientes cuotas mensuales relativamente bajas, comparadas con las de los operadores de fibra y los canales de distribución más tradicionales, como el DVD o las salas de cine. Se trata de un elemento muy importante, teniendo en cuenta sobre todo que la calidad del contenido que ofrecen estas plataformas hoy en día es relativamente alta.

Para destacar sobre la competencia, las plataformas han tenido que introducirse en el negocio de la producción

Se necesita contenido exclusivo

A lo largo de los años, las principales plataformas de SVOD se han esforzado mucho para ofrecer una selección muy amplia, y a menudo exclusiva, de películas, series y documentales de tendencia. Para destacar dentro de la competencia, estas plataformas han tenido que introducirse en el negocio de la producción. Netflix fue la primera plataforma en seguir esta estrategia con el lanzamiento de “House of Cards” en 2013.

Desde entonces, las plataformas de SVOD han seguido esta misma línea: producir contenido exclusivo para sus abonados. Cada vez más, el contenido de alta calidad que antes se distribuía a través de salas de cine o canales de televisión tradicionales se está poniendo directamente a disposición del espectador en estas plataformas. Las medidas de confinamiento contra el Covid-19 hicieron que la mayoría de los consumidores se quedaran en casa, lo que ha servido para intensificar aún más esta transición.

Figura 1: Los entresijos de las guerras del streaming: previsión del gasto en contenidos en 2020

Figura 1: Los entresijos de las guerras del streaming: previsión del gasto en contenidos en 2020

Fuente: Robeco, BMO Capital Markets a través de Tubefilter, enero de 2020

Para la música en formato grabado, la llegada del streaming ha supuesto la resurrección de un mercado que se encontraba en rápido declive. El consumo de música, que solía girar en torno a la venta de discos, CD y DVD, comenzó a disminuir rápidamente con la llegada de Internet. Esto se debió principalmente a que los ingresos generados por las descargas no podían compensar el enorme descenso de las ventas de grabaciones físicas.

Sin embargo, tras años en contracción, el mercado de la música comenzó a crecer de nuevo en 2015, gracias al éxito de plataformas como Spotify o Apple Music. Actualmente, se aproxima a sus niveles de 2002-2003. En 2019, el streaming representó el 56% (11,1 de los 20,8 miles de millones de USD) del mercado mundial de música en formato grabado.

Además del vídeo y la música, el concepto de streaming está avanzando cada vez más en otros ámbitos. Las plataformas de juegos online por suscripción, donde los jugadores se abonan para acceder a una selección de videojuegos desde su ordenador, smartphone o tableta, es un buen ejemplo. Sin embargo, este segmento todavía está dando sus primeros pasos y sigue dependiendo de las mejoras tecnológicas, ya que precisa de una conexión a Internet de alta velocidad.

Ha aumentado la emancipación de los consumidores: es poco probable que estos clientes vuelvan a sus hábitos tradicionales de consumo audiovisual en un futuro próximo

El Covid-19 como catalizador

Hasta el momento, la crisis del Covid-19 ha servido de catalizador para la proliferación de los servicios de vídeo online, ya que los espectadores confinados han intensificado su transición hacia estas plataformas. Ha aumentado la emancipación de los consumidores o, lo que es lo mismo, es poco probable que estos clientes vuelvan a sus hábitos tradicionales de consumo audiovisual en un futuro próximo. El efecto inercial positivo creado por el aumento de la base de usuarios, que permite a las plataformas continuar incorporando contenido exclusivo gracias a la generación de mayores ingresos mensuales por las suscripciones, también se mantiene intacto.

Figura 2: Variación de las suscripciones de pago desde el inicio de la pandemia de Covid-19

Figura 2: Variación de las suscripciones de pago desde el inicio de la pandemia de Covid-19

Fuente: Deloitte Insights, junio de 2020.

La industria de la música está experimentando un fenómeno similar. El streaming no solo ha frenado el descenso del consumo de música, sino que los consumidores están volviendo a pagar por este producto, ya que la facilidad de uso y la inmensa envergadura de los catálogos musicales suponen que el valor que se ofrece es muy superior al de las reducidas cuotas mensuales que generalmente se pagan. Las plataformas de streaming están ampliando su oferta más allá de la música, añadiendo todo tipo de contenido de audio, como podcasts y audiolibros, para atraer a un público todavía más amplio.

En el caso de los juegos en streaming, la evolución no es tan clara, al menos por ahora. Seguimos en las primeras etapas del desarrollo de los juegos en la nube, y los problemas de latencia todavía tienden a afectar la experiencia del usuario en los juegos multijugador, por ejemplo. Sin embargo, se espera que la velocidad de acceso a Internet siga aumentando en los próximos años. Por ello, seguramente sea solo cuestión de tiempo que los videojuegos en streaming realmente puedan despegar.

En general, las perspectivas a largo plazo para la industria de streaming siguen siendo excelentes, a pesar de las graves consecuencias económicas de la crisis del Covid-19. El futuro de los medios audiovisuales es, sin duda, el streaming.

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