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30-05-2023 · Visión

Indices insights: En la carrera de la rentabilidad, los factoriales suelen ser favoritos

Los estudios demuestran que algunos segmentos del mercado, como las empresas infravaloradas o de alta calidad, ofrecen una mayor rentabilidad de forma constante. Pero, ¿cómo se comportan realmente factores como el valor y la calidad a lo largo del tiempo? En este número de Indices Insight, dejaremos que los datos hablen por sí mismos y arrojaremos luz sobre el comportamiento de esos factores frente a contrapartes comparables. Spoiler: aunque sus rentabilidades pueden tener muchos altibajos, los factoriales suelen imponerse a sus contrapartes.

    Autores/Autoras

  • Joop Huij - PhD, Head of Sustainable Index Solutions

    Joop Huij

    PhD, Head of Sustainable Index Solutions

  • Jean-Paul van Brakel - Researcher

    Jean-Paul van Brakel

    Researcher

Estudios previos demuestran la existencia de primas factoriales que van más allá de la prima de renta variable. Nos estamos refiriendo a las prima de valor, momentum, calidad, riesgo bajo y tamaño (o pequeña capitalización).

Analicemos brevemente cada factor por separado. El efecto valor es como apostar por el perdedor. Las acciones que están infravaloradas o baratas, por ejemplo, según su PER, suelen batir a sus contrapartes más caras (de crecimiento).1 En cambio, el efecto momentum consiste en apostar por caballo ganador. Es probable que a las acciones que les ha ido bien últimamente (ganadoras) mantengan la buena racha frente a las2 perdedoras.

Tenemos también el efecto calidad: confiar en empresas con un retorno sólido. Las acciones de empresas muy rentables y con inversiones reducidas (alta calidad) suelen imponerse a las de empresas poco rentables y con inversiones elevadas (acciones de baja calidad o basura)3. El efecto riesgo bajo4 es la versión financiera de "despacito y buena letra". Las acciones de riesgo bajo suelen generar una mayor rentabilidad ajustada al riesgo que las de riesgo alto. Finalmente tenemos el efecto tamaño, que sin alcanzar la prominencia de los otros demuestra que los valores de pequeña capitalización baten frecuentemente a sus homólogos de mayor tamaño. 5

Aunque sus definiciones exactas6 suscitan bastante controversia, estas primas factoriales se sustentan en datos procedentes de periodos de tiempo prolongados. Nos referimos a datos estadounidenses que se remontan a los años 60, o incluso a los años veinte, y a datos internacionales desde los años 90. En el gráfico siguiente nos ceñimos a las definiciones genéricas7 y nos basamos en las rentabilidades de las acciones estadounidenses.

Nuestro análisis deja claro que, desde 1967, la mayoría de los factoriales se han impuesto sistemáticamente a sus contrapartes en casi todos los periodos de tres años. Quedó demostrado por el hecho de que la mayoría de los factoriales (ya sean tres, cuatro o los cinco) ofrecen un rendimiento superior al de sus alternativas la mayor parte del tiempo. Pero eso no quiere decir que para los factoriales todo sea coser y cantar. A veces pueden obtener peores resultados, como durante el auge de las puntocom, cuando los valores de crecimiento centrados en las TI superaron a las acciones value de sectores más tradicionales. Incluso muy recientemente, entre 2017 y 2020, varios factoriales fueron superados por sus contrapartes en un periodo de tres años. Pero los factoriales siempre han remontado, que es precisamente lo que han hecho desde 2021.

Datos y metodología

Nuestro gráfico se basa en las rentabilidades mensuales de las acciones estadounidenses, por cortesía del profesor Kenneth French.8 Los resultados se basan en carteras clasificadas por quintiles según capitalización bursátil u otros criterios, y tienen en cuenta la ratio precio/valor contable (valor vs. crecimiento); la rentabilidad en los doce meses anteriores, excluido el último mes (ganadores y perdedores); la beta de mercado de variable única de los cinco años anteriores (beta baja y beta alta); la rentabilidad operativa (rentabilidad alta vs. rentabilidad baja); o la variación del activo en los dos últimos ejercicios (inversión baja o alta). A continuación, calculamos la media de los quintiles superior e inferior de todos los grupos de tamaño para determinar los factores finales y sus grupos comparables.

Por ejemplo, el factor value se basa en la media de las cinco carteras clasificadas por tamaño con la mayor ratio valor contable/capitalización. Lo mismo hacemos con su contraparte de crecimiento, promediando las cinco carteras clasificadas por tamaño con la menor relación valor contable/capitalización. Repetimos ese procedimiento para los demás factores y sus contrapartes. Calculamos el factor de alta calidad y su contraparte de baja calidad, ponderando por igual las carteras resultantes de alta rentabilidad y baja inversión y baja rentabilidad y alta inversión, respectivamente. El factor de pequeña capitalización se basa en el quintil de menor capitalización bursátil, mientras que su contraparte de gran capitalización se basa en el quintil de mayor capitalización bursátil.

Las rentabilidades consisten en las rentabilidades geométricas móviles anualizadas a tres años, expresadas en USD desde enero de 1969 hasta marzo de 2023.

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Conclusión

El progreso se demuestra avanzando: las primas factoriales existen. Nuestro análisis muestra que, a pesar de algunos altibajos a lo largo de periodos trianuales, las primas factoriales suelen imponerse.

Las fuentes de las imágenes del gráfico, por orden de aparición:

AP Photo/Horst Faas (CC BY 2.0), Biblioteca del Congreso/Thomas J. O'Halloran (Wikimedia Commons), Colección Fotográfica de la Casa Blanca (Wikimedia Commons), Biblioteca del Congreso/Bernard Gotfryd (dominio público), Unsplash/Jose Francisco Fernandez Saura (dominio público), Biblioteca del Congreso/Carol Highsmith (dominio público), Unsplash/Breno Assis (dominio público), Urban~commonswiki (Wikimedia Commons), InvadingInvader (Wikimedia Commons), Unsplash/Markus Spiske (dominio público), Pexels/Mathias Reding (dominio público).

Notas al pie

1 Véase, por ejemplo, Fama, E. F., & French, K. R. (1992). The cross‐section of expected stock returns. Journal of Finance, 47(2), 427-465.
2 Véase, por ejemplo, Jegadeesh, N., & Titman, S. (1993). Returns to buying winners and selling losers: Implications for stock market efficiency. Journal of Finance, 48(1), 65-91.
3 Véase, por ejemplo, Fama, E. F., & French, K. R. (2015). A five-factor asset pricing model. Journal of Financial Economics, 116(1), 1-22.
4 Véase, Black, F., Jensen, M.C., y Scholes, M. (1972), The capital asset pricing model: some empirical tests. Studies in the Theory of Capital Markets, Praeger. Más recientemente, Blitz, D.C., y van Vliet, P. (2007), The volatility effect. Journal of Portfolio Management, 34(1), 102-113.
5 Véase, Banz, R.W. (1981), The relationship between return and market value of common stocks. Journal of Financial Economics, 9(1), 3-18.
6 Para una panorámica de las distintas definiciones de calidad empleadas, véase, entre otros, Kyosev, G., Hanauer, M.X., Huij, J., y Lansdorp, S. (2020), Does earnings growth drive the quality premium?. Journal of Banking and Finance, 114, 105785.
7 Analizar cuál es la mejor forma de definir los factores o de aplicar en la práctica las estrategias de factores queda fuera del alcance de este número de Indices Insight. Al lector que lo solicite le podemos facilitar numerosos estudios.
8 Véase: https://mba.tuck.dartmouth.edu/pages/faculty/ken.french/data_library.html