14-02-2022 · Visión

Las perspectivas a medio plazo para Smart Energy nunca han sido mejores

Las fricciones temporales del mercado no son suficientes para cortocircuitar la revolución energética.

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  • Roman Boner CFA - Senior Portfolio Manager

    Roman Boner CFA

    Senior Portfolio Manager

Intensificación del impulso

El sector energético se encuentra en una emocionante fase de transición, ahora que las economías avanzan hacia las cero emisiones netas. La confluencia de distintas tendencias estructurales favorables hace que Roman Boner, gestor de la estrategia RobecoSAM Smart Energy, mire con exuberancia racional la década que tenemos por delante.

En la COP26, los líderes mundiales, las grandes corporaciones y las entidades financieras volvieron a reunirse y reafirmaron su compromiso de luchar contra el cambio climático a través de la descarbonización de sus economías, operaciones y carteras. Aunque Roman admite que todavía hay diferencias importantes entre las políticas y la realidad, considera que esto puede enviar una sólida señal a los actores del mercado de que la agenda de descarbonización continúa avanzando. “Es la dirección adoptada por la COP26 lo que importa, no tanto la valoración de las declaraciones o los resultados específicos”, explica. Su postura se ve reafirmada por los grandes esfuerzos políticos y económicos que ya están en marcha, como el Pacto Verde de la UE, la aprobación de un plan de infraestructuras en Estados Unidos con un presupuesto de un billón de dólares o las enérgicas medidas adoptadas por China para reducir sus emisiones.

Roman hace especial mención a que los cambios en las políticas, y en particular la reducción de los créditos de carbono y la eliminación gradual del carbón conforme al Pacto Verde, están afectando muy negativamente a los mercados, “ya estamos viendo su impacto en las subidas de precios de la energía y la electricidad en toda Europa”. China también vivió una crisis energética que contribuyó a la escasez mundial de suministros. La experiencia de China y Europa pone de manifiesto que los suministros de energías renovables son insuficientes y deben ampliarse drásticamente: “Según la AIE, es preciso incrementar exponencialmente los gigavatios de capacidad instalada de las renovables para poder alcanzar los objetivos de cero neto”, alude.

La década que tenemos por delante

Roman advierte que tanto reguladores como accionistas están siguiendo de cerca las evoluciones. “Nadie quiere quedar rezagado dentro del sector. Los altos directivos de las empresas ahora tienen en sus KPI aspectos relacionados con la sostenibilidad y buscan reducir las emisiones de una forma eficiente y que garantice su máximo aprovechamiento.” Según afirma, en la próxima década podrán alcanzarse estos objetivos con facilidad, electrificando las flotas de transporte o reemplazando las calderas de gas y carbón de las fábricas y edificios por bombas de calor eléctricas. Además, el uso de mejores materiales aislantes y la instalación de placas solares en las cubiertas de los edificios son también formas sencillas y asequibles para que las empresas reduzcan su huella de carbono.

Roman está convencido de que, en la próxima década, este tipo de medidas servirán para intensificar la transición energética y darán lugar a enormes oportunidades para las cadenas de suministro relacionadas con las tecnologías limpias y energéticamente eficientes.

Roman Boner CFA - Senior Portfolio Manager

Roman Boner CFA
Senior Portfolio Manager

Invertimos en otras empresas que ofrecen las tecnologías que permiten a aquellas acometer la transición energética de manera progresiva… no queremos tener exposición a activos bloqueados u operaciones obsoletas.

Un diseño único

Para Roman, el diseño y la estructura de la estrategia RobecoSAM Smart Energy son muy convincentes y están orientados al futuro. “No estamos invirtiendo directamente en el sector energético apostando por empresas nucleares, de gas, de servicios públicos de suministro o de combustibles fósiles que quieran ser más limpias. Invertimos en otras empresas que ofrecen las tecnologías que permiten a aquellas acometer la transición energética de manera progresiva… no queremos tener exposición a activos bloqueados u operaciones obsoletas.” A propósito de la reducida exposición de la estrategia a las empresas tradicionales de servicios públicos de suministro y energías renovables, explica: “estas acciones a menudo se vuelven generalistas, presentan barreras de entrada más bajas, márgenes inferiores y menores valoraciones”.

La marcada orientación hacia las TI que presenta la estrategia le permite capturar rentabilidad tanto en mercados alcistas como bajistas. “Estamos muy centrados en la tecnología disruptiva –facilitador tecnológico– y utilizamos este punto de vista tecnológicamente afinado para evaluar a las distintas empresas que componen toda la cadena de valor de la energía, desde la generación hasta la transmisión y el consumo. Invertimos menos en los operadores y más en las empresas que venden tecnologías de red inteligente: los conmutadores, contadores, sensores, actuadores y convertidores que proporcionan esta ‘inteligencia’. Estos modelos de negocio presentan elevadas barreras de entrada y ofrecen buenos resultados.”

La estrategia saca partido de su posición aventajada en la transición, invirtiendo en acciones que ofrecen ventajas para quienes lleguen primero. Sin embargo, se mantiene la distancia de seguridad en lo que respecta a tecnologías que se encuentran en sus etapas iniciales, ya que pueden desplomarse fácilmente si sus previsiones resultan equivocadas. “Nos centramos en empresas tecnológicas que ya están cubriendo con ganancias sus costes de capital y capturando el crecimiento propiciado por la electrificación y la transición energética.”

Además de acciones tecnológicas, la estrategia también invierte en empresas industriales que suministran los equipos necesarios para distintas soluciones energéticas limpias y de bajo consumo, así como en ciertos productores de energías renovables y operadores de servicios públicos de suministro que presentan un crecimiento constante y estabilidad en sus flujos de efectivo.

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Descienden los costes tecnológicos y aumenta la escalabilidad

Boner explica que el mercado energético está abocado a experimentar un elevado crecimiento gracias a los avances tecnológicos, que reducen los costes y permiten la producción para el mercado masivo. “Desde vehículos eléctricos hasta paneles solares y desde bombas de calor hasta aerogeneradores, el sector de las tecnologías limpias está progresando en una curva en S, pasando de estar integrado por empresas jóvenes e innovadoras con altos costes a negocios reales y escalables.” Desde una perspectiva puramente económica, los costes de las tecnologías renovables ya han descendido (y siguen haciéndolo) en muchas regiones, en comparación con sus alternativas fósiles (véase la Figura 1).

Figura 1 Baratas, limpias y sostenibles... las energías renovables lo tienen todo

Figura 1 Baratas, limpias y sostenibles... las energías renovables lo tienen todo

Véase la nota al pie.1

Fuente: Robeco, Bloomberg.

Boner afirma que la inflación y las perspectivas de subida de los tipos de interés, aunque preocupantes, no merman el entusiasmo con el que percibe las perspectivas para la próxima década. “El aumento de la inflación y de los tipos de interés eleva los costes para todos los productores de energía, incluidos los de combustibles fósiles, así que en el fondo existe un incentivo para impulsar la transición hacia opciones más limpias.” Sin embargo, las subidas de tipos tienden a afectar especialmente a las acciones de crecimiento, por lo que reconoce que la gestión de su cartera de energías inteligentes, que cuenta con una gran presencia tecnológica y que está orientada al crecimiento, no será tarea fácil en 2022.

Aunque aguardan importantes desafíos, señala que la suya es una estrategia a largo plazo y que está estructurada para anticiparse a fluctuaciones y caídas en el ciclo de negocio, así como a otros acontecimientos disruptivos. “No nos centramos en tecnologías jóvenes que tienen buena pinta o son muy innovadoras pero que sin embargo desaparecen a medida que avanzan, cuando se agota el capital o se producen conmociones que afectan a la ejecución de su modelo de negocio.”

Roman está convencido de que estos retos transitorios no son suficientes para cortocircuitar la intensa corriente que está recorriendo el conjunto de la economía mundial. “La energía ha alcanzado un punto de inflexión de cara a un rápido crecimiento. Hace una década, las nuevas tecnologías energéticas se basaban en ayudas. Ahora las ayudas solo son necesarias para acelerar la transición. Las perspectivas a medio plazo nunca han sido mejores.”

Roman Boner CFA - Senior Portfolio Manager

Roman Boner CFA
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A pesar de los obstáculos a corto plazo, la energía ha alcanzado un punto de inflexión de cara a un rápido crecimiento.

Grandes expectativas

Roman explica que, desde que tomó las riendas en agosto de 2021, el mercado ha “cedido terreno” desde sus máximos anteriores. Sin embargo, afirma que su experiencia de casi dos décadas en la gestión de renta variable global, en periodos de ascenso y caída de los mercados (incluido el estallido de la burbuja de las tecnologías limpias justo después de la crisis financiera), hacen que se encuentre bien preparado. Esta experiencia abarca desde la gestión de fondos de renta variable temática global especializada en el clima hasta una estrategia de innovación en sostenibilidad de temática múltiple. “Venía de trabajar en energías renovables, eficiencia energética y de recursos, movilidad y transporte, por lo que obviamente vi un solapamiento importante en lo que respecta a ideas de inversión y componentes del universo invertible cuando asumí la dirección [de la estrategia]”, comenta.

Roman también ha reunido a un equipo de analistas tecnológicos y sectoriales que complementan su amplia perspectiva sobre el cambio climático y los mercados mundiales de energía. Gracias a estas décadas de conocimiento y experiencia, tanto técnica como de inversión, la estrategia se encuentra bien equipada para surcar con éxito las volátiles mareas y rápidas corrientes que impulsan e intensifican la revolución energética.