Robeco High Income Green Bonds CH USD

Los mercados se mantuvieron firmes en octubre, merced a la prolongación de la tregua comercial entre EE.UU. y China, a unos datos sólidos y a unos beneficios aceptables que respaldaron los activos de riesgo. Las amenazas arancelarias iniciales del presidente Trump desataron la aversión al riesgo, pero las reuniones posteriores con el presidente Xi dieron lugar a una nueva tregua, con tasas más comedidas. La renta variable terminó al alza: el índice S&P 500 subió por sexto mes consecutivo, y las acciones japonesas repuntaron tras la investidura de Sanae Takaichi como primera ministra. Los tipos subieron junto con los activos de riesgo, lo que favoreció al crédito. La Fed recortó sus tipos de interés en 25 pb a finales de octubre, pero señaló que no daba por descontado otra bajada en diciembre, lo que dejó la rentabilidad del Tesoro a 10 años en el 4,08%, su cierre más bajo en más de un año. El BCE y el Banco de Japón no modificaron su política monetaria. Los mercados de crédito aguantaron bien esas diferencias monetarias. La inquietud en torno al crédito privado y los bancos regionales pesó sobre el sector financiero, pero los fundamentales y las entradas de fondos mantuvieron los spreads globales prácticamente sin cambios. Los metales preciosos prolongaron sus alzas, y el oro superó por primera vez los 4.000 dólares la onza. Las emisiones de los grandes hiperescaladores lastraron brevemente los spreads, sobre todo en EE.UU.

Según los precios de negociación, el rendimiento del fondo fue del 0,60%. La cartera registró una rentabilidad mensual total positiva antes de comisiones. Parte de esa rentabilidad fue atribuible a nuestra selección de emisores. El posicionamiento en duración contribuyó positivamente durante el mes, sobre todo tras ajustarse los tipos europeos a corto plazo. Todos los valores aportaron una contribución positiva o neutra durante el mes, excepto uno: Slovenska Sporitelna.

Los mercados de crédito siguen adormecidos: los spreads rondan mínimos de ciclo y el apetito por el riesgo se mantiene aunque el crecimiento se ralentiza y persisten los riesgos de inflación. La solidez por técnico y el lejano recuerdo de las caídas mantienen a los inversores en posiciones largas, pero las valoraciones no dejan margen de error. En EE.UU., el crédito ignora el empeoramiento de los fundamentales: la menor demanda de mano de obra, la presión sobre los márgenes y las interferencias políticas en la Fed amenazan con reavivar la inflación en una economía que se enfría. La repercusión de los aranceles al consumidor y la rigidez del precio de los servicios eleva el riesgo de estanflación, por lo que no hay que bajar la guardia. Nos mantenemos a la defensiva, favoreciendo una menor duración de spread y emisores de mayor calidad. Europa sigue siendo nuestra región preferida debido a sus balances más sólidos, una inflación cercana al objetivo y un aspecto técnico favorable. En IG, mantenemos corta la duración de spreads, infraponderamos deuda a largo plazo en USD y aumentamos la calidad. En HY, tenemos una beta más o menos neutral en BB y B, evitamos CCC y buscamos oportunidades con carry inherente. Recogimos beneficios en híbridos corporativos europeos tras sus fuertes alzas, y seguimos sobreponderados en deuda bancaria europea subordinada. El análisis técnico favorece a los ME, aunque las ajustadas valoraciones abogan por ser selectivos en lugar de buscar beta. En resumen: somos prudentes con las valoraciones, optimistas por técnico y pacientes a la hora de añadir riesgo.