Consideramos financieramente relevante a cualquier factor intangible que pueda incidir en el valor de negocio fundamental de una empresa, es decir, el crecimiento, la rentabilidad, la eficiencia de capital y la exposición al riesgo. Desde el punto de vista del inversor, la capacidad de una empresa para innovar, captar y retener talento, atenerse al Acuerdo de París o anticipar cambios regulatorios son factores importantes, ya que tienen un efecto significativo sobre la competitividad de la empresa y su desempeño financiero a largo plazo.
Como gestores de activos, nos centramos en identificar factores de sostenibilidad con relevancia financiera. Por dicho motivo hemos creado un marco de relevancia sectorial que ayuda a los analistas a centrarse en aquellos factores que más inciden en el rendimiento financiero. De ese modo se garantiza que sistemáticamente integren en nuestro proceso de inversión factores de sostenibilidad financieramente relevantes. Como estos factores están relativamente poco analizados por los inversores, la integración en el proceso inversor de factores de sostenibilidad con relevancia financiera demasiado nos permite tomar unas decisiones de inversión a largo plazo únicas y mejor documentadas.
Una vez identificados las cuestiones de sostenibilidad relevantes de cada sector, nuestro análisis se centra en las empresas, para evaluar cómo sus gestores abordan cada uno de esos factores. En base a dicho análisis ajustamos nuestras hipótesis financieras, de crecimiento y de riesgo para obtener una mejor estimación del valor razonable, que no solo tenga en cuenta las proyecciones financieras a corto plazo, sino que también preste considerable atención a los factores de sostenibilidad a largo plazo.
Básicamente, establecemos qué empresas tienen más probabilidades de mantenerse competitivas en un entorno de negocio cambiante y están mejor posicionadas para seguir generando valor de forma sostenible.
Siga nuestros conocimientos y tendencias mediante artículos, podcasts y vídeos
Más reflexiones